Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADA

Capítulo 25. Rosas

—Águeda —La llama Christopher, pero la ignora totalmente —Se que estás enojada, pero...

Las palabras parecen en vano, ya que cuando Christopher está dispuesto a seguir, ella se acerca a su compañera y le susurra unas cosas al oído mientras miran hacia un espacio del salón
La fila avanzó rápidamente, ella llegó con el profesor y le calificó, al instante ella se fue de ahí

Christopher solo frunce el ceño y niega, no lo gustó en lo absoluto se ignorado por la chica que había deseado su atención...

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—Creo que el profesor debería entender un poco más mi sentido del humor —Dijo David mientras caminaban a buscar un lugar para sentarse

—Eres gracioso, pero no creo que al profesor le agrade cuando lo haces a media clase —Dice Agatha  mientras ríe, ambos caminan hasta una pequeña palmera que hay en el campo y se sientan a la sombra

—¿Y qué pasó con Christopher? ¿Ya lo perdonaste? —Preguntó David y Agatha niega

—Aun no, la verdad no estoy segura de quererlo hacer... Él no le conviene ni para amistad, hoy trato de hablarme, pero... Creí que lo mejor era ignorarlo —Dijo ella mientras hace una mueca, David solo asintió

—Todos supusimos que la relación de Christopher con cualquier otra persona es igual a caos... Digo, no quiero juzgarlo, pero él jamás se muestra amable con nadie, aleja a las personas de manera muy grosera —Dijo David y Agatha asintió, David tenía la razón —Aunque si te soy sincero, te creí más... Persistente, pero entiendo el porque de tu retirada —Dijo David mientras sacaba su sandwich para comer

—Yo también lo creí... Pero él en verdad parecía odiarme, ni siquiera me dio tiempo de conocer más allá, solo decidió que no me quería cerca... Y después de aquellos ataques...

—Pero, si tiene ataques de irá ¿No tendría que ir con un terapeuta? Digo, eso ya no es cosa de él, si no de su cabeza... Las personas que tuvieron traumas por lo general se deben proteger con algo, Christopher debe tenerle miedo a algo que no quiere que se repita —Dijo David y Agatha solo pensó en aquellas palabras

—¿Un trauma? ¿Cómo qué? —Le pregunta ella, David solo se encogió de hombros

—No lo sé, dijiste que tenía un serio problema con su familia, tal vez de ahí viene su trauma, debería recibir ayuda psicológica —Dijo David mientras la mira y mastica su sandwich, Agatha solo se queda pensando —Pasar aquello solo deberá ser difícil, pobre —Dijo David

—Si... Debe ser terrible que se sienta así de solo, necesita a alguien y...

—¡No Agatha! Lo que te acabo de decir no es para que corras a ayudarlo tú, no justifico el hecho de como te trató aquel día, su dolor no debió desquitarlo contigo —Dijo mirándola seriamente, Agatha soltó un suspiro cansado —Que se le arruiné la vida a otra idiota —Dijo mientras la miraba y negaba

—Pero y si...

—No Agatha, él quiere volver a tener tu atención para que las cosas vuelvan a ser como al principio ¿Adivina a quien es a la que tratarán mal? A ti, así que mejor sigue como estas, alejada de él —Dice él y Agatha asintió sin más —¿Ya viste lo caras que estarán vendiendo las rosas para el 14 de febrero? No, es un robo —Dijo él mientras hacia una mueca

—Oh, cierto... Pronto será el día del amor y la amistad —Dijo ella mientras hacia una mueca

—Si, quisiera mandarle una rosa a Darwin, ya sabes... Como amigos —Dice él con una mueca

—Creo que no deberías —Dijo Agatha, él asintió

—Lo sé... No quiero ser acosador, yo estoy consciente de que él no es gay... Aunque mi radar me dice lo contrario, no quiero que se sienta incómodo, eso sería horrible —Dijo David mientras hacia una mueca

—A mí jamás me daban nada en San Valentín, ni siquiera cuando tuve novio —Dijo ella con una mueca

—Bueno, la rosa que me hubiera gustado mandarle a Darwin, te la mandaré a ti —Dijo David y ella ríe

—Supongo que gracias, pero no es necesario —Dijo Agatha mientras abría su bolsa de uvas verdes para comer algunas

—Tranquila, solo será una, tampoco soy tan rico como para comprarte el ramo y en tres días no puedo conseguir más dinero —Dijo él y ambos ríen

Después de aquella plática, el timbre sonó, era hora de volver a las clases, Agatha debía irse porque era hora de hacer sus prácticas en el laboratorio de química, se había juntado con Luca y dos chicas más para hacer equipos
Ella corre al salón con su libro en mano, se acerca a la mesa donde les tocó

—Justo a tiempo —Dijo Luca cuando Agatha se acercó a la mesa y el profesor iba entrando justo en el momento.