Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADA

Capítulo 39. Apenas empiezas tu vida

—Mi cuenta de Netflix está esperando por dos películas de crepúsculo y a mi estómago se le antoja hotcakes —Dijo Vivian cuando Agatha abrió la puerta de su casa, una Vivian en pijama y con una bolsa de harina para hotcakes apareció ahí

—Buenos días, Vivian —Dijo Agatha antes de hacerse a un lado y dejándola pasar, ella entrá y ambas se dirigen al sofá

—¿Y tus padre? —Pregunta Vivian al notar la casa tan vacía

—Papá llevó a mi madre a un club, suelen ir temprano, volverán más tarde —Dijo Agatha mientras se sienta el sofá y enciende el televisor

—¿Qué hiciste ayer? Te envie un mensaje anoche y no me respondiste —Menciona Vivian, Agatha solo deja salir una pequeña sonrisa

—Estaba con mi amigo Chris —Dijo ella con una sonrisa, Vivian la ve con el entrecejo fruncido

—¿Con Christopher? ¿No se habían dejado de hablar? —Pregunta Vivian y Agatha asintió

—Si... Pero ayer volvimos a hablar, estuvimos en su casa, escuchamos música mientras yo lo ayudaba con una heridas que tenía por una pelea que tuvo, fue agradable estar con él —Dijo Agatha con una sonrisa, Vivian solo asintió —Pero anda, hagamos esos hotcakes —Dijo antes de quitarle la bolsa de las manos y dirigirse a la cocina con rapidez...

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—¿Quieres salir mañana? Podemos ir... —Mientras Vivian le habla a Agatha, salen de la casa para despedirse, ambas seguían en pijama y pasaba de la 1 pm, cuando ambas estaban en la puerta, Agatha ve a Chris salir de su casa hacia su auto, con sus lentes oscuros y un cigarrillo en la mano, Agatha alza su mano y lo saluda a lo lejos, Christopher solo hizo un leve movimiento hacia arriba con su barilla y subió a su auto —Vaya, que amabilidad —Dijo Vivian al verlo, Agatha solo niega

—Solo... Debe estar cansado o adolorido, por eso —Dijo Agatha en defensa, Vivian solo asintió no muy convencida

—Si, supongo que si —Dijo ella...

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|Narra Christopher|

—Ya estoy aquí, abuela ¿Que ocupas? —Dijo Christopher cuando llega a la gran casa de Milagros, se sienta en el sofá y mira a su abuela

—Cariño, últimamente no he sabido nada de ti, no llamas ni nada, pensé que seguirías molesto por lo del club o no lo sé, tal vez...

—Tranquila abuela, yo no estoy molesto, solo es que no he tenido tiempo, la escuela me está exigiendo y... He estado concentrado en otras cosas —Dijo Christopher, Milagros solo asintió

—¿Cómo en ponerte más morada esa cara? Mira como estás, tienes golpes por todos lados, Christopher —Dijo mirándolo mal, Christopher solo niega

—No es nada, yo...

—Te he dicho cuánto odio esas peleas a las que vas, si el dinero fuera tu problema, vería el porque de tu necesidad, pero no lo es —Dijo la mujer de edad mayor, Chris solo rueda los ojos

—¿Estás siguiéndome otra vez? —Pregunta Christopher con molestia, Milagros solo suelta un suspiro

—Me es inevitable no hacerlo, me preocupas —Dijo Milagros

—Abuela, por favor, déjame vivir la vida solo, no quiero tener que ser tu nieto necesitado, se lo que hago y...

—¡No! No sabes lo que haces... Te obligaste a madurar muy pronto, apenas eres un jovencito... Tienes 20 años, apenas empiezas tu vida...

—¿Ya hablamos de esto, no? No sigas, por favor —Dijo Christopher en reclamo, Milagros solo niega con pesar

—Mira ¿Por qué no vienes a cenar hoy? Prometo que solo seremos tú y yo, no habrá más involucrados —Dijo la abuela, Christopher solo suelta un suspiro

—¿Hoy? Después de las 8 —Dijo él y la abuela asintió

—Si, será a la hora que tú quieras, cariño —Dijo Milagros

—¿Puedo invitar a alguien? —Dijo Christopher de repente y la abuela lo ve con curiosidad

—¿Quieres invitar a alguien? Si es ese tal Richard, yo...

—No... No es Richard —Dijo Christopher mirándola vacilante —Es Agatha, mi amiga —Dijo Christopher Milagros sonríe

—Pero por puesto, trae a quien tú quieras, menos a ese maleante que...

—Abuela, por Dios —Dijo Christopher con gracia —Richard es igual a mi, solo que yo no te doy miedo porque me conoces desde que usaba pañales —Dijo Christopher y Milagros asintió

—Bueno ya... ¿Y que tienes con Agatha? Es tu...

—Es mi amiga Milagros, no pienses otra cosa —Dice Christopher mientras la mira con gracia

—Bueno, es normal que tenga curiosidad, nunca me habías presentado a ninguna amiga o novia —Dijo la abuela y Christopher ríe

—Pero ya me has visto con algunas chicas, no recuerdas cuando llegaste de sorpresa a mi casa y...

—¡Ni me recuerdes eso, Bryant! —Dice la abuela alarmada, Christopher ríe con más fuerza

—Ya, está bien, te veré está noche y tal vez con Agatha, para que por fin la conozcas —Dice Christopher con una pequeña y discreta sonrisa.