Capítulo 22. No te creo

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—Te dije que era una bestia, es un patán —Dice Vivian mientras le acaricia el cabello a Agatha, ella solo asintió con una mueca

—Lo sé, me equivoqué y me arrepiento —Dice ella mientras deja sus lágrimas salir

Agatha tenía su cabeza sobre las piernas de Vivian, ella trataba de consolarla para que dejara de llorar, ni siquiera Vivian comprendía el comportamiento grosero y agresivo de Christopher, pero nadie sabía que pensar al respecto
Vivian la invitó a dormir en su casa, sus padres habían salido esa noche y su hermano ya estaba dormido

—¿Y entonces? ¿Qué pasará ahora? —Pregunta Vivian, Agatha solo suelta un suspiro

—No lo sé... Siempre quise ver lo bueno de las personas, creía que nadie sería grosero o asilado solo porque si, creí que venía de algo más allá... Pero al parecer me equivoqué, Christopher no cambiaría por nada... Porque no quiere hacerlo —Dijo Agatha mientras cierta sus ojos con frustración —Así que ni modo, adiós Christopher —Dijo ella con pesar.

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Agatha camina hacia su casa, necesita darse un baño, cambiarse de ropa y hacer su tarea, mañana sería otro día duro en la escuela...

Cuando está cruzando su patio, su mente solo le trae el recuerdo de Christopher ayer, no sabía como era que se sentiría ¿Estaría bien? ¿Seguirá molesto? ¿Y si... ¡No!

No Agatha, no pienses en ello, Christopher no lo merece, él no merece que te preocupes por él... No quiere tu ayuda, así que no lo ayudes —Se dice a si misma, sin más, entra a la casa y se va directamente así habitación...


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—Agatha ¿Podrías ponerte audífonos? Tu padre y yo tratamos de ver televisión en nuestra habitación —Dice su madre al ver a su hija sobre su cama, con las bocinas de la computadora a todo volumen escuchando una canción de Rihanna

—Pero... Es que no se siente lo mismo —Dice ella en un puchero, su madre solo la mira con una mueca 

—Agatha...

—Ya ya, está bien, me pondré los audífonos —Dice ella antes de ponerle pausa a la música y acercarse a su escritorio por dichos

Su madre se va y Agatha vuelve a su cama para hacer la tarea, mientras Zeus jugaba con un juguete en forma de hotdog en su cojín 

Cuando conecta sus audífonos a su celular, se percata de la notificación de instagram
Era la solicitud de seguimiento de Luca, el amigo de Vivian
Ella indaga en aquel perfil, un chico de pocas fotografías pero sonriente al parecer
Agatha sonríe y acepta la solicitud

Mientras indigna más en la red social, se encuentra con la publicación de Christopher de hace 3 días, ella solo la observa y niega

—No eres para mí —Dijo ella antes de entrar al perfil y bloquearlo

Sin más, coloca sus audífonos y pon la canción a un volumen adecuado para sus oídos...






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|Narra Agatha |

—¿Quieres que vayamos por un café está tarde? Apuesto que...

—Pero ¿No tendremos la práctica de voley? Digo, es mi primera clase y ya voy a tener falta —Dije mientras me acomodaba la mochila aún más en el hombros, ella asintió con una mueca

—Cierto... Bueno, podemos ir después de la práctica, David se queda a la práctica para los animadores y creo que Darwin en la de basketball, así que podríamos iros saliendo, nosotras esperaríamos a Darwin y a David como media hora, salen un poco más tarde —Me dice Vivian y yo asentí

El autobús ya venía por nosotras, cuando estábamos por subir, voltee hacia atrás y pude ver a Christopher salir de su casa, camina hacia su auto y pude notar sus lentes oscuros

Ahora sí, ya no habría nada que nos uniera, el trabajo ya había sido entregado días atrás, hoy era un día nuevo para elegir parejas para trabajar, así que no dudaría en alejarme del nombre de Christopher.

Subimos al autobús, Vivian busca un asiento donde ambas pudiéramos ir juntas y nos dedicamos a hablar de lo que aria del día.

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Mientras guardo mis cosas en el casillero y mi suéter, cierro la puerta y mis ojos se abren al ver a Christopher ahí, tan solo a centímetros mío y no me había percatado de su presencia

—Ah...

—Lamento el moretón en tu brazo y el haberte gritado —Se limitó a decir

¿Cómo saber si una disculpa es sincera?

Puedes ver su arrepentimiento o alguna pizca de culpa sobre ella... Pero en él, no podía ver absolutamente nada, incluso parecía forzado

—Si, ya no importa —Dije antes de darme la media vuelta e irme lo más pronto posible, dejándolo sin expresión alguna, recargado sobre el casillero de alado

Lo siento Christopher, pero ahora ya no te creo nada.

Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora