Capítulo 16. Soledad

1.2K 164 11
                                    

—Esta bien... Pero primero contéstame algo, si? —Le pregunto, Christopher deja salir un suspiro y me observa

—¿Qué? —Pregunta de mala gana

—¿Por qué no quieres relacionarte conmigo? Oye, se que muy orgulloso estarías, pero...

—Agatha, solo... No me interesa ser tu amigo, ni tuyo ni de nadie, no necesito amigos —Dice mientras conduce, yo solo solté un suspiro y asentí

—Solo era... Para que no te sientas solo —Dije y él niega

—Me gusta mi soledad —Responde, yo solo suelto un suspiro

—Pero a veces no es muy sano estar solo —Dije antes de voltear mi vista a la ventana y ahora sí, quedarme callada

Llegamos a la casa de Christopher, bajamos y nos adentramos a su casa, me senté sobre el suelo y me apoye en la mesa de centro para hacer el trabajo

[>>>]











|Narra Christopher|

El silencio que nos invade es tan pacífico y agradable, me gusta trabajar así

Agatha parece muy callada, concentrada en lo que hace, aunque está actitud es muy rara en ella, me gusta así

—Ya avanzamos un poco hoy, creo que es hora de irme —Dijo Agatha tomando sus cosas y guardando, yo asentí mientras dejaba en formato a un lado —Adiós —Dijo antes de levantarse e irse

Okey, eso fue... Extraño, incluso para ella

Ella se fue supongo que a su casa, yo simplemente subí a mi habitación para dormir...

[>>>]



—¿Estas listo? —Me pregunta Richard, yo asentí ligeramente, me acerco al centro y me veo directamente con mi oponente

El pequeño sonido de la campana suena y estamos listos para soltar puñetazos, se que esté chico es bueno, pero no más que yo...

[>>]

—Ten, tu parte —Dijo Richard dándome mi dinero, lo conté antes de guardarlo en el bolsillo de mi pantalón

—Gracias —Me limité a decir

—¿Quieres alguna pastilla para el dolor o...

—No, llegando a casa tomaré algo, tranquilo —Dije antes de despedirme, subo a mi auto y comence a conducir a mi casa, tal vez pase por una cerveza al súper o...

Mi celular suena, interrumpiendo mi pensamiento, lo saco y puedo ver el número de mi abuela iluminar la pantalla, rápidamente contesté

—¿Dígame? —Dije a través de la línea

—Iré a verte en aproximadamente media hora —Dijo la voz de mi abuela

—Vaya Milagros, cuánta exactitud —Dije mientras aumentaba un poco más la velocidad

—Si no te visito yo, ni te acuerdas de mí —Me dice ella y yo solo reí

—Abuela, no te pongas sentimental —Dije con gracia

—Bueno, te veré en un par de minutos, quiero saber cómo estás —Me dice antes de colgar

Estacione el auto afuera de mi casa, al bajar, mire a mi alrededor por si ella ya estaba aquí, pero no

Alcance a ver a Agatha en su patio delantero, jugando con el pequeño perrito y una pelota, cuando estoy por ignorarla, ella me saluda con la mano un poco apenada, yo simplemente me dirigí a mi casa, entré y comence a recoger un poco el lugar, abrir ventanas para que ese olor a cigarrillo no fuera tan evidente y ocultar lo que no quería que viera

Pasaron los minutos y exactamente a la hora, el timbre sonó, corri a abrí la puerta y la veo, la abuela con una sonrisa y los brazos abiertos para recibirme

—Hola, mi niñito —Dice mientras sus brazos me rodean el pecho, sonreí y correspondí al abrazo

—Hola, abue —Dije dejando un beso en su frente, tras ella estaba Sebastián, su chófer —Pasen, por favor —Dije amablemente

Milagros Vélez fue la esposa de Mateo Vélez, el dueño de una empresa de tabaco muy famosa en el país, creando una fortuna, que al morir, quedó en manos de la abuela, haciendo con el dinero buenas obras de caridad, ayuda agente necesitada y me ayudó a mi

—Ya moría de ganas por verte, no me envías ni siquiera un mensaje —Dice la abuela y yo solo sonríe un poco

—Perdón abuela, la escuela me tiene muy ocupado —Dije mientras señalaba la mesa de centro, donde había estado trabando con Agatha, la abuela asintió

—Lo entiendo mi niño, pero no debes estar tan alejado, no es bueno —Dijo mirándome a los ojos, pasó su vista a la mesa de centro y al instante tomó una hoja, una donde venían lo apuntes de Agatha, era tan fáciles de reconocer, no usa la típica letra molde, era cursiva —¿Estudiaste con quién? —Pregunta y yo solté un suspiro

—No es lo que piensas, está chica me trae dolores de cabeza —Dije quitándole la hoja de las manos —Es mi compañera de equipo y vecina, trabajamos en una tarea importante, solo por eso —Dije mirándo la hoja.

Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora