Capítulo 36. ¿Dónde estás, Zeus?

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Ser amiga de Christopher es complicado, fue difícil acercarme, fue difícil que me aceptará y es difícil mantenerme ahí

Después de ese almuerzo terrible, todos volvimos a clases, estaba enserio molesta por la pelea tan estúpida entre Vivian y Christopher, fue en verdad ridícula

Después del largo día de clases, era hora de volver a casa, estaba cansada y moría de sueño, la desvelada de antier aún sigue conmigo
Camino hacia la salida, pero como si le hubiera dicho al destino “Venir y joderme el día” Luca apareció frente a mi, con una sonrisa amplia

Él me agrada, enserio me agrada
Pero no es momento para esto, yo sé que no solo busca que seamos amigos, aparte de que con el beso de la fiesta me incómoda bastante

—Hola, Agatha —Dijo Luca al verme, yo sonreí

—Hola, Luca —Respondí con una sonrisa

—Oye, se que estás ocupada hoy con lo de tu madre, pero ¿Qué te parece mañana? Podemos ir al cine, puedes invitar a tus amigos o...

—Ah, en verdad me siento terrible al tener que rechazar tu cita... Pero es que...

¡Vamos Agatha! ¡Piensa rápido!

¿Qué tengo que hacer?

—Agatha me ayudará mañana con unas cosas que tengo que hacer —Dice esa voz que para mí, en estos momentos es muy angelical, me doy la vuelta y veo a Christopher con una sonrisa

—Si, Chris ya me lo había pedido desde hace rato, yo lo siento —Dije con una sonrisa pequeña, Luca solo asintió antes de irse corriendo de ahí, mire a Christopher y sonreí aún más

—Gracias —Dije al verlo

—No hay de que —Dijo antes de pasar de largo e irse, dejándome sola

—¡Hey! ¡Oye! —Grité al verlo irse, Christopher no detuvo su paso y no volteo, así que yo salí corriendo tras él —Chris, espérame —Dije al colocarme a su paso

—¿Qué quieres, Theodora? —Me pregunta Christopher mientras sujeta sus libros

—Lamento lo que pasó hoy, no debes hacer caso a esos comentarios, yo...

—Agatha, Vivian tiene razón, debería juntarte más con ellos, serán tus amigos y...

—Pero quiero que tú también lo seas... ¿Por qué me rechazas tanto? ¿Acaso simplemente no quieres que te relacionen conmigo o...

—No es eso, pero... No somos compatibles, hasta tú lo sabes, mejor quédate con tus amigos y...

—¿Es enserio? —Dije al ver su actitud, él me mira con seriedad

—Vamos Agatha ¿Vas a llorar por eso? Creí que ya lo teníamos claro no, te había salido bien el ignorarme, hazlo de nuevo —Dijo mirándome, yo solo agache la mirada y me fui con rapidez de ahí

¿Por qué cuando las cosas por fin funcionan, algo debe echarlo a perder?

[>>>]

—La vida a veces es cruel, Zeus —Dije mientras tomaba la pelota y se la lanzaba, mi mente estaba tan ocupada pensado en un tipo que no me hará caso

¿Por qué no pude interesarme mejor en Luca o incluso en Thomas? ¿Por qué escogí al chico que no me quiere ni cerca?

¡Exacto! ¡Soy masoquista! ¡Soy débil!

Y lo peor, es que ya me estoy dando por vencida, ya estoy tirando todo por la borda y me parece ridículo

Miro el cielo y las nubes parecen algodones de azúcar, perfectos de una feria
Me gustaría ir a una feria ¿Por qué aquí no hay feria? Yo...

Estiro la mano para recibir la pelota que Zeus debió traerme, pero no siento nada

Me volteo a mirar y el patio está vacío, miró a mi alrededor de dónde estoy sentada y Zeus no están conmigo

—¿Zeus? —Lo llamé, pero no veía a ese peludo por ninguna parte

Rápidamente me puse de pie y salí a buscarlo

¡Si ese perro se pierde, pierdo mi herencia!

—¡Zeus! ¡Zeus! ¡¿Dónde estás?! —Comence a buscar en patios ajenos, debajo de los autos e incluso en botes de basura, necesito encontrarlo ya antes de que mi madre quiera matarme

—¡Zeus! ¡Zeus! —Grite mientras caminaba por la banqueta, de su casa, sale Christopher y me ve, pero yo solo trato de ignorarlo

Tiene sus llaves en mano y lentes oscuros, evito mirarlo y sigo buscando por el suelo

—¡Zeus! ¡Zeus vuelve! —Grité con desespero

—¡Oye! ¡Águeda! —Me llama Christopher, yo solo me doy la vuelta y lo veo

—¿Qué ocurre? —Pregunté curiosa, pero no quise acercarme

¿Por qué lo haces difícil, hombre?

—¿Tu perro no es el peludo blanco que está en el masetero de la casa de la señora Blanch? —Dijo señalando a una de las casas que estaba como a 2 de la suya, volteo a ver y en efecto, Zeus estaba ahí dentro revolcándose

—Ah, gracias —Dije antes de correr hacia el masetero, tomé a Zeus en brazos y cuando estoy por voltear para ver a Christopher, este  ya había subido a su auto y arrancaba camino...

Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora