Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADA

Capítulo 14. Marica

—¿Puedes regalarme agua? —Le pregunto y él solo asintió antes de ponerse de pie e ir a la cocina

Mientras seguía tratando de resolver los problemas, veo sobre el sofá como la pantalla del celular de Christopher se ilumina, se ve claramente el nombre de Richard, el celular está en vibrador, claramente no lo escucha

Cuando llega con el vaso, se sienta en el sofá

—Ah, tu celular recibió una llamada —Dije mientras le sonreía, él solo asintió, reviso la pantalla y guardó el teléfono

—Anda, el trabajo te espera —Dijo mirándome, bebí del vaso y seguí en lo que estaba...

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—¿No te gustaría pedir una pizza? Podemos...

—Podrás comer en tu casa cuando te vayas, Agatha —Dijo mientras su vista estaba en el cuaderno

—¿Y tú? ¿No piensas comer? Lo único que...

—No tengo hambre, gracias —Dijo mirándome, yo solo suelto un suspiro

—Yo si... Déjame pedir la pizza aquí y la comemos mientras hacemos el trabajo —Sugerí y él niega

—¿Por qué no puedes conformarte con una respuesta? Eres...

—¿Cuál es el número de tu casa? —Pregunté y él rueda los ojos molesto

—2379 —Respondió, yo sonreí y saqué mi tarjeta para pagar la pizza en el servicio en línea —¿Tú segundo nombre es Theodora? —Dijo mirando mi tarjeta, yo solo se la arrebato

—No —Dije seriamente

—Tu tarjeta tiene tu nombre y ahí dice Theodora —Dijo de manera burlesca, yo solo ruedo los ojos

—¿Y entonces para que me preguntas? —Dije molesta, él solo ríe levemente

—Para corroborar lo que pensé, no te gusta tu segundo nombre —Dijo y yo rodé los ojos

—Te pediré que no me llames así, no te responderé —Dije seriamente

—Esta bien, Theodora —Dijo antes de volver a su posición inicial, tomo una de las bolitas de papel que hice cuando me equivoqué y se la lancé a la cara, cae sobre su pecho

Él toma de nuevo la bolita de papel y me la lanza, dándome directo en la nariz

—¡Agh! —Dije molesta, Christopher solo le ignora...

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—Gracias —Dije al repartidor antes de cerrar la puerta, me acerco a la mesa de centro y pongo la caja ahí —¿Puedes traer platos? —Dije y él me miró raro

—¿Qué? ¿Por qué no la comes con la mano? No se necesitan platos —Dijo y yo negué

—Lavaré mi plato si es necesario, pero necesito uno —Dije y él rodó los ojos y se levantó por un par de platos a la cocina

Después de todo, esto no está saliendo nada mal

Christopher ya no está siendo ese tipo molesto de al principio, está mas calmado y dispuesto a charlar

Deja un plato frente a mi y pongo mi rebanada de pizza, lo miro y no puedo evitar ver su rostro, parece que tiene marcas de golpes y algunas que apenas se van desvaneciendo

—¿Qué te paso en el labio? —Pregunté pero él niega

—Me golpeé con la pared —Dijo y yo solo negué

—Claro que no —Dije con cierto tono de indignación, él ríe

—No te diré nada más que eso —Dijo con gracia antes de darle una mordida a la pizza...

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—¿Enserio? —Me dice Vivian mientras me observa, yo solo asentí

—Comimos pizza, no se comportó como la primera vez —Dije y ella asintió

—Tal vez ya sabe que si hace eso, te irás otra vez... Christopher es muy inteligente, siempre tiene las mejores notas, muchas veces lo veías leer algún libro de ciencia o similares... Cómo hace como un mes, estaba leyendo la teoría del todo de Stephen Hawking, cuando le preguntan, siempre sabe que decir —Dijo Vivian mientras me mira, yo sonreí ampliamente

—Si, se nota... Te digo que ayer me llamó Águeda, yo no tenía ni puta idea de que era, pero es el griego de dónde proviene mi nombre —Dije y Vivian ríe

—¿Qué? Eso suena como aguada —Dijo Vivian con gracia, yo solo reí

—¡Lo sé! Pero si a mí jamás me dio curiosidad preguntarme de dónde proviene mi nombre, al parecer a él si...

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—¿Te quedaras a tu práctica de voley? —Me pregunta David, yo asentí mientras caminamos hacia el edificio, pero cuando cruzamos en un pasillo, veo a Thomas y los gemelos ahí

—Hey, Agatha —Me dice con una sonrisa, yo solo ruedo los ojos

—¿Qué se te ofrece? —Pregunté seriamente mientras me sostenía más fuerte del brazo de David

—Solo hablar, ayer te fuiste sin despedirte y eso no se hace, no te...

—No la estés molestando —Dijo David mirándolo mal

—Tú cállate, marica —Dijo uno de los gemelos a mi amigo, David parece haber quedado helado ante el comentario

—No le hables así.