Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADA

Capítulo 56. Valor de oro

—Unas palomitas grandes, por favor —Dijo Agatha hacia la mujer que atendía el puesto, mira a Christopher y él parecía muy entretenido mirando a su alrededor, los juegos estaban llenos de niños, personas gritando por los juegos mecánicos, niños manchados de caramelo y el olor a la mantequilla de las palomitas

Después de que la mujer entrega las palomitas, ambos se dan la vuelta y se van a buscar a David y Darwin, los cuales se encontraban en un juego donde parecían pescar patitos

—¡Hey! —Se acerca Agatha a ellos, Christopher va a paso lento comiendo sus palomitas...

—¡Mira! Agatha tiene un perro salchicha, ya lo quiero —Dijo David al verla, pero Agatha niega

—Oh no, lo ganaron para mí —Dijo Agatha con una sonrisa, David le da una mirada cómplice y sonríe

—¿Te lo ganó la bestia? —Pregunta David y Agatha sonríe aún más, dando a entender que si

—Es sorprendente la poca prudencia que tienen al seguirme llamando así —Dijo Christopher acercándose, del bolsillo de su chaqueta saca el pequeño elefante de plástico —Este fue el premio que Agatha ganó —Dijo Christopher y Darwin ríe

—¿Esos no son de los premios de consolación? —Preguntó en medio de risas

—Si, pero no se lo digas —Dijo con gracia, Agatha solo los mira mal

—¿Ya subieron a la rueda de la fortuna? —Preguntó David, Agatha niega

—No, pero me...

—Yo no voy a subirme a eso —Dijo Christopher mientras comía de las palomitas

—¿Por qué no van ustedes? —Sugiere Darwin y David hace una mueca

—¿No quieres ir tú, Darwin? —Preguntó Agatha

—Si, pero puedo esperar a otra vuelta, yo...

—No, sube con David, yo espero abajo —Dijo Agatha y Darwin solo hace una mueca

—¿Segura? No tengo problema con que...

—Segura... Aparte quiero seguirle robando palomitas a Chris —Dijo ella con una sonrisa, David le hace una seña con su cabeza a Darwin y ambos van hacia la rueda de la fortuna

Christopher y Agatha se sientan en una pequeña banca que hay frente a la rueda, mientras que todas aquellas luces del juego le iluminan la cara

—¿Qué tal te fue hoy en la escuela? —Le pregunta Agatha y Christopher solo se encoge de hombros

—Se podría decir que bien, estamos casi a finales de mayo, aún faltan los exámenes y en junio adiós a la escuela —Dice Christopher con una pequeña sonrisa, Agatha asintió

—¿Te emociona pasar a siguiente semestre? —Pregunta Agatha y Christopher se encoge de hombros

—Me da igual... Si estudio, es porque mi abuela quiere un título universitario para presumir —Dijo Christopher con gracia, Agatha asintió

—¿Por que elegiste periodismo? —Pregunta Agatha curiosa

—Mi madre quería estudiar eso, pero no terminó su carrera por salir embarazada de mi —Dijo Christopher mientras comía más prisa las palomitas

—Y...

—¿Te detendras con las preguntas incómodas? Porque ya me acabé las palomitas —Dijo Christopher y Agatha asintió

Nuevamente, rebasaba los límites, límites que no debía rebasar

—Perdón, cuando me dan cuerda y para que me detenga cuesta —Dijo ella y Christopher solo negó, sabía como era Agatha, podían entenderla...

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—Bueno, ya estamos aquí —Dijo Christopher deteniendo el auto, ambos bajan y Christopher la acompaña hasta la puerta de su hogar

—Si, fue una noche divertida —Dijo Agatha con una sonrisa mientras sostiene el perrito de peluche, Chris sonríe

—Bueno...

—Ah, si... Y gracias por el peluche —Dijo Agatha nerviosa y Christopher sonríe

—Bueno, hasta mañana, Agatha —Dijo Christopher y ella asintió mientras abría su puerta

—Hasta mañana, Chris —Dijo despidiéndose agitando su mano, cierra la puerta lentamente y corre hacia su habitación

Se lanza sobre su cama con la mirada al techo, definitivamente Christopher la tenía vuelta loca
De solo pensar en él hacia que su corazón latiera con más rapidez, sus mejillas se sonrojan y no puede borrar la sonrisa de su rostro

—Solo tú haces que me ponga así —Dijo Agatha mientras sonríe y abraza el perrito salchicha de peluche —Eres un peluche con valor de oro...

Christopher también sube a su habitación con cansancio, al llevar, se sienta en su cama y comienza a quitarse las botas, cuando está por quitarse la chaqueta, siente que está cae algo a la cama, Christopher revisa en medio de la apenas luz tenue de su lámpara, hasta dar con el pequeño elefante de plástico que Agatha le regaló

—¿Qué efecto estás teniendo, Theodora? —Se pregunta curioso, sin más, coloca el pequeño juguete en su mesa de noche mientras sigue cambiandose para dormir tranquilamente...

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—¿Les importa si las dejo en este momento? Olvidé algo en el auto —Dijo Christopher a Vivian y Agatha, los tres caminaban por el gran patio dela universidad, dirigiéndose a los edificios, Agatha y Vivian niegan —Las veo enseguida —Dijo él antes de darse la media vuelta y caminar de vuelta a su auto...