Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADA

Capítulo 8. Sacaste 10, no?

La puerta se azota en mi cara, suelto un suspiro y niego, cuando estoy por volver a casa... Me percaté de que mi cuaderno no está
Cierro mis ojos con frustración, debió quedarse en el sofá

¿Pero cómo vuelvo?

Christopher ni siquiera me abrirá, me hará salirme a patadas en el trasero al volverme a ver
Supongo que sí no lo encuentro mañana en su basura, me lo lanzará a la cara en la clase

¿Cómo hago para tener contacto con él? Necesito que sea Christopher quien me necesite, será la única manera en la que podría acercarme

Sin poder dejar de pensar en ello, vuelvo resignada a mi casa, creo que necesito idear algunos planes para él...

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—¿Quieres ir por un café al salir de la universidad? —Me pregunta Vivian mientras vamos entrando a la universidad

—Ni siquiera hemos empezado el día y tú ya estas pensando en la salida, Vivian —Dije con gracia, Vivían suelta un suspiro cansado

—Perdón, es que no quería venir hoy a la escuela, estoy cansada —Dijo Vivian con una mueca, yo termino de buscar los cosas y ambas caminamos por el jardín de la universidad —Pero bueno ¿Vendrás o no? —Me pregunta Vivian y yo asentí con una sonrisa, al llegar a la parte donde teníamos que tomar edificios diferentes, nos despedimos antes de partir

Camino hacia mi edificio, veo a muchos alumnos entrando a los laboratorios, gente que se arrastra por el sueño y puedo ver a algunos de mis compañeros, así que camino con rapidez hacia el salón y me trató de integrar...

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—¡Ay! —Grita Vivian con molestia, yo me acerque a ella confundida

—¿Pasa algo? —Le pregunto un poco... Sin saber cómo reaccionar, a ser sincera

—Nada, solo mi odio sincero a mis profesores ¿Recuerdas el ensayo que tarde toda la tarde de ayer haciendo, el de 17 páginas? —Dice ella y yo asentí, se había quejado ayer todo el día por mensaje de texto —Bueno, pues saqué un 7 en ese ensayo ¡Un 7! ¡Un maldito 7! —Dijo Vivian exasperada, yo solo solté un suspiro, creo que yo también estaría igual —¿Y sabes que es lo peor? Christopher sacó 10 en su ensayo de 6 hojas ¡6 malditas hojas! —Dijo Vivian con coraje

Bueno, pues el ensayo de Christopher debió haber sido muy bueno a pesar de no ser tan largo, pero claramente no se lo diré a Vivian, querrá gritar más si me escucha.
Veo a Vivian hacer su berrinche, mientras prácticamente la arrastró hacia el salón de la única clase que nos toca juntas
Mientras trato de calmarla, entramos al salón, ya muchos están sentados en pareja, mientras esperan para que el profesor llegué

—Vivian, me encantará seguir escuchando tu queja después de la clase, ahora, tengo un asunto importante que atender —Dije mientras mis ojos se dirigían directamente hacia el chico grosero que está sentado en una esquina, Vivian frunce el ceño, pero sin decir más, ambas nos dirigimos nuestros asientos

Camino lentamente hacia él, escucho el timbre sonar, indicando que ya inició la clase, cuando estuve a su lado, me senté en una de las silla y lo miré

—Hola, buen día —Dije mientras me sentaba, Christopher ni siquiera me mira —Oye, felicidades por tu ensayo, sacaste 10, no? —Dije, pero nuevamente me quedo ignorada —Ah, quería comentarte que ayer olvidé mi cuaderno en tu casa, se que debiste verlo, se quedó en tu sofá y...

—Búscalo en tu bote de basura —Dice él con una pequeña sonrisita, rápidamente fruncí el ceño y lo mire

—¿Qué? —Dije al borde de un colapso

—Nada.

—¿Tiraste mi cuaderno a la basura? —Dije con cierto temor, ahí tenía varios apuntes, trabajos que me habían hecho los profesores —Por favor, dime que eso no es verdad, que tienes mi cuaderno en tu casa sano y salvo —Dije suplicante, él alza su mirada a mi y me mira a los ojos

—No es verdad, yo tengo tu cuaderno en casa sano y salvo —Dice seriamente

—Ah, enserio? —Dije en medio de un suspiro de tranquilidad

—No. —Dice él con gracia y yo solo trato de no hacer un berrinche, mientras cierro mis ojos con pesar

—Ay, no puede ser —Dije al borde de enojo, Christopher me ignoró y miraba al pizarrón, el profesor ya había llegado y yo aún ni siquiera abría la mochila

Decepcionada, saco otro cuaderno y comienzo a anotar, como si no trabajaramos en equipo o como si no existiera, Christopher se pone a hacer el trabajo solo, mientras yo trato de apuntar sin siquiera resolver nada.