capítulo 12

89 8 0
                                    

No me costo tanto tiempo lograr comprender, no me costo saber que un desconociodo llega a ser lo mejor que has conocido

Nat.

Aquella vez pase una de las mejores noches de mi vida por que la pase con el, el entusiasmo en mi era lo mas presente, Dan era mi novio, era algo que me causaba emoción, todo era tan lindo y mas lindo la manera de la que había ocurrido.

Llegue a mi casa contandole a mamá todo, era tan feliz y esa noche...

Olvide tantas cosas en esos momentos que sentía que todo en mi había mejorado.

Sigo con tontas esperanzas de seguir con vida, no me molesta saber que voy a morir, ni siquiera me causa conflicto, me duele saber que en estos momentos eras tú, no quería que sufrieras por mi culpa, pero tampoco quería que te alejaras.

Y al verte en ese estado creeme que me arrepentí.

No tenías la minima culpa de nada, por dios Dan eres tan perfecto ante mí que yo aún lo hago.






-Dan.

Llegue a su casa sin saber y sin siquiera aver avisado, mentiría con tal de que aceptara.

Lo que hoy tenía planeado era algo que me llenava de nervios y de emición.

Toqué la puerta y vi a la señora Bella, ella me dedicaba una sonrisa pero en sus ojos veía una poco de preocuoación.

-¡Dan!, no te esperaba, ¿Nat sabe?- dijo ella apenas en cuanto me vio.

-Hola señora Bella- me dispuse a decir con una sonrisa en mi rostro un tanto relajada- no, no sabe-conteste- pero quisiera saber si la dejaría salir conmigo.

-¿Puedo saber a dondé?

-No, es sorpresa- conteste.

-Para ella, no para mí- respodió un poco obvia.

-Eso lo se pero no sabría explicar- recalque.

-Bueno, ahora le llamo, pasa.

-esta bien.

-¡Nat, te buscan!- grito Bella.

Me pare casi al terminar de las escaleras cuando sentí a aquella pequeña pelinegra chocar contra mí y al voltear a verla la vi.

Sabía lo que pasaba, me quedé paralizado al verla, su cabellera negra ya no estaba

Ayer lo hice, depúes de estar días esperando por hacerlo, por fin lo hice, a este punto de mi vida puedo decir con orgullo que Nat era mi novia, ¿era? Bueno, lo es.

Soy un tonto tan enamorado de ella y con gran felicidad llegi aquí.

La amo y quiero estar con ella hasta que me mire a los ojos y me diga que no quiere estar conmigo.

Hoy iré con ella, estaremos en su casa pero oficialmemte como una pareja, creo que si ustedes fueran yo, esatarían igual de felices que yo.

Lo de ayer lo tenía tan planeado, que tarde un poco en hacerlo.

No fue mucho lo que tuve que pensar realmente para saber que ya estaba camino a su casa, viajes mentales me dan que ni lo que sabía lo que hacía.

Toque el timbre y espere a que abrieran pero está ves no abrió ella, la mirada café que tanto anhelaba ver no estaba.

-No es muy buen momento André- Dios cuánto odio que me llamen de esa manera sin embargo no podía actuar grosero.

-¿Pasa algo?- pregunté ante su rostro el cual gritaba una gran preocupación.

-sí- ví como sus ojos se entornaba ante una preocupación- Nat se puso mal.

No fue tanto tiempo en  que mi mente se puso a pensar tantas posibilidades que ya me encontraba camino a la habitación de Nat.

Y la Vi ahí, ví la imagen de la persona que amo ahí, dirigió su mirada hacia mi y yo solo gritaba con el alma el cuan preocupado estaba, ella entonó una ligera sonrisa al verme, estiró su mano hacia mi la tomé, pero, su piel era fría su color era pálido y mi corazón débil ante esa imágen.

-Todo esta bien- pronunció aunque ella y yo sabíamos que no era así.

Se puso de pie y trate de evitar que lo hiciera, necesitaba descansar, pero al parecer las palabras no le importaban, se acercó a mí, me tomo del cuello y le di un pequeño beso en la frente, se acercó a mis labios.

???



-Nat- entre soyosos y grito lo dije- no me dejes, no lo hagas.

-Dan- la voz de la mamá de Nat hablo- estará bien.

-¿Y si no es así?- las lágrimas por mis mejillas pasaban y solo trataba de contraer los soyosos.

-Todo va estar bien, solo ten fé

¿Fé? ¿Se puede tener fé ante la cruel imagen de ver a tu ser amado caer? ¿Cómo era posible tener fé?

Mis pensamientos eran nulos, no sabía que hacer, estaba destrozado.

Al llegar a casa de Nat la Vi postraba en su cama, su piel fría y pálida me encogía el corazón, era el ser más débil ante ella, al tratar de levantarse yo la ayude y cuando estaba de pie su nariz empezó a sangrar y ella se desmayo.

Su pulso empezó a bajar y tan solo en unos minutos sin que la ambulancia llegará su corazón dejo de palpitar.

Se la llevaron a urgencias y solo esperaba noticias.

Y sí, ví al medico acercarse y decirnos que ella ya estaba bien.

Mi corazón y mi mente sentían un gran alivio y mi alma se sentía completa.

Fui completamente débil pero oh valla, tanto amo a mi pequeña que si pudiera cambiar de lugar con ella lo haría, sufriría lo doble con tal de que ella esté bien, pero es inútil.

En esta y mil vidas másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora