epílogo

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Dan

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Tenía más de una semana que no asistía al instituto, hoy por primera vez lo haría, sin embargo recordarla en los pasillos me haría sin duda llorar, tendré que ser fuerte o al menos eso espero.

Entre y gracias al cielo no había nadie en los pasillos, lo que menos quería es que me preguntaran algunas cosas, me dirigí a mi casillero que quedaba a 5 del de Nat, pensé en que se lo habían dado a otro alumno pero no fue así.

De echo este tenía una foto de ella, flores y cartas o recados que decían "te extrañamos", hipócritas,  en lo personal a Nat no le hablan en vida.

Como por que hacer tanto show si ella ya no se encuentra, abrí mi casillero, no se por que vine, tengo una mano con yeso, la derecha, ni siquiera podrás abrir mi casillero con la mano izquierda, esto era estupido.

Me di por vencido y me dirigí al patio, esta el equipo de fútbol americano entrenando, me di la vuelta y volví a entrar a las aulas, esto era odioso.

Mi madre quiso que viniera aún fracturado por que pensó que me iba a hacer bien sin embargo para nada sirvió, salí de el instituto que por cierto, tiene muy mala seguridad, tome un taxi y me dirigí al Panteón.

[...]

Sentado frente a ella, una vez más.

En la segunda vez que me encuentro aquí desde que falleció y solo había pasado una semana, me esta costando afrontar que ella ya no esta.

-Esto es duro- fueron las palabras que salieron de mi boca antes de caer en llanto.

Desde su partida mis noches son malas así como todo mi día, solo me pongo a pensar en que pasaría si ella estuviera aquí, pero es inútil.

Esto no es fácil, quiero salir adelante pero no puedo, no quiero olvidarte, no planeo hacerlo- tengo miedo yiyi- se que ella me escucha y ahora puede que este diciendo que no lo tenga pero ahora no me reconforta.

-Quiero ser fuerte, pero todo esto, paso tan rápido, yo solo quiero estar contigo una vez más.

-Esto me llena de dolor pero ya no puedo, por más que trato no puedo, quiero ser alguien de quien te sientas orgullosa y yo simplemente estoy aquí, sin querer olvidar el sonido de tu voz, no se si pueda seguir, no quiero seguir.

Las lágrimas corrían sobre mi cuerpo, el aire acariciaba mis mejilla.

Desde la muerte de yiyi lo único que echo es resentirme sobre todo, llorar por las noches y aún más,  una semana y ya se sentía como una eternidad.

[...]

-Hola pequeña- dije en un susurro mientras me acercaba a la lápida de Nat sosteniendo un pequeño ramo.

-Ya un año de tu partida y aún duele como el primer día.

-Me iré a la universidad y realmente no quiero hacerlo, no quiero separarme de ti, pero prometo volver.

-Me está costando seguir con mi vida, esta siendo cada vez más imposible, aún recuerdo tu voz.

-Supongo que me tengo que despedir.

A un año de la partida de Nat, aún dolía y mucho, dolia mucho más que aquel día que se fue, pero creo que tengo que vivir con eso, me estoy preparando por ella.

-Pero yiyi- tomé un suspiro y me acomode frente a su lapida- Por donde empezar, te extraño demasiado, hay tantas cosas que en estos momentos no puedo hacer y realmente me lastiman.

-Siempre quise tenerte cerca de mi desde que te conocí.

-Siempre pensé en lo dulce que eras, el lo jodidamente perfecta que eres ante mí así como pensaba en el bello Ángel que era para este mundo, fuiste jodidamente perfecta ante mis ojos.

-No pude explicarle a mi corazón como es que te volviste parte importante de el, trate de cuidarte por que valla, tanto te ame y te amo.

-Sigo pensando en lo mucho que eras para este mundo, tu corazón tan limpio que valla podías culparte hasta de todo.

-Solo pensaba en el echo de ponerte en un burbuja de cristal para que nada malo te pasara y yo…

-Ahora hay tantas cosas que quiero hacer y no puedo.

-Como abrazarte.

-Tocarte.

-Sentir el ligero calor de tu cuerpo.

-Ver tus ojos, valla eso lindos ojos.

-Sentir el rose de tus labios con los míos.

-Rodearte con mis brazos.

-Acostarme sobre tu pecho y escuchar tu corazón.

-Escuchar tus pláticas absurdas sobre cosas que te emocionan tanto.

-Escuchar el dulce sonido de tu voz.

-Cosa que no puedo hacer por que tu no estas, valla quien diría que algo tan diferente podría ser tan especial.

-Mi corazón y mi mente siguen sin comprender el echo de que no estás aquí, pero a pesar de eso, a pesar de tu ausencia sigo aquí amándote y con uno tan grande que no imaginaría que llegaría.

-Antes de ti hubo alguien pero ni siquiera tenía la mínima idea de lo que era enamorarse.

-Y contigo experimenté lo que fue el enamorarse te juro que no pasaría por mí mente el haberlo echo, pero no me arrepiento y después de todo quiero pensar que tu también lo hiciste.

-Yiyi te extraño demasiado y no sabes cuánto y es por eso que hoy estoy aquí, me costará demasiado vivir sin ti pero espero lograrlo.

-¿Recuerdas las otras vidas en las que creías?

- Solo espérame por que yo prometo buscarte por que te ame en esta vida así como lo seguiré haciendo por el resto de mi vida y prometo amarte en otras mil, por que tu fuiste y ahora eres mi bello Ángel.

-Enseñale al cielo lo lindo que se puede ser contigo ahí.

-Enseñale a más estrellas a brillar como tu lo hiciste en tierra.

Me puse de pie, limpié algunas lágrimas que aún salían de mis ojos y di unos cuantos pasos.

Me detuve y di la vuelta.

-Te amo, te amo como no lo hice con nadie, te ame como pude amar a alguien y te seguiré amando por que aún lo hago, lo prometo hasta el fin de mi vida y otras mil en las que creías, por que mi amor en ti fue más de lo que se podía, Adiós, nos vemos, por que te amo en esta y mil vidas más, vuela alto me bello Ángel.

Fin

En esta y mil vidas másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora