capitulo 13

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Todo lo que creías perdido lo veías en mi, y ese fue un error cometido.

Nat.
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-Basta callate- mustie entre risas- Duele cada que río.

-Pero si yo no eh dicho nada.

-No has parado de decir chistes malos.

-Oye- dijo en un tono sarcástico con indignación según el- eso es grosero yiyi.

Dirigí mi mirada hacia el techo ignorando el echo de que Dan estaba a un lado mío, hace una semana estoy aquí, en el hospital, mi leucemia se agrando eso quiere decir que está siendo mas mortal.

Volví a dirigir mi mirada a Dan, quien me miraba en un tono neutro.

-Mi familia vendra- dijo mientras ponía sus ojos en blanco.

-definde vendrá.

-oh cierto, vendrá a Orlando.

-¿Eso es malo?- pregunté algo confundida ya que en verdad era confuso el echo de que le molestará el que su familia vendría a Florida.

-Demasiado- dijo y en unos instantes echo un bufido- insinúan bastantes cosas de la decepción familiar- bajo un poco su mirada y empezó a jugar con un hilo que sobresalía de un pantalón roto- Yo.

No sabía el porque de sus palabras sin embargo decidí no decir nada al respecto.

- ¿irás?.

-Sí, Yiyi, tengo que irme.

-Bien- respondí

El se puso de pie y dió un ligero beso sobre mi frente, al estar cerca de la puerta dió una vuelta de 180 grados.

-Te amo, no lo olvides.

La sonrisa del color rojo sobre mi piel pálida se mostraron.

-Tambien te amo.

***

Dan
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-Ninguno de mis hijos dió tanto problemas como los tuyos-dijo aquella señora un poco pasada de peso y edad, aunque lo de la edad es natural lo natural no es ser tan mitotera- yo si supe educarlos.

-¡claro sherl!- me apresure a contestar por mi madre en un tono sarcástico- Claro que nadie recuerda a tu hijo en prisión o a tu hija de 16años con bendición- no sabía lo que decía¿Me importaba? Mmmm no.

-¡André!- escuché a mi madre con un tono de desesperación y pena- discúlpate por el amor de Dios.

-Sí ella no lo hace no veo por qué tener que hacerlo- esto era absurdo ¿Pedir perdón? Perdón pero yo no fuí el que se puso hablar mal de alguien en su cara- ¿Perdón? Mmm Nop- me puse de pie y me fuí.

Odiaba las reuniones familiares, odiaba que mamá me obligará a convivir con esa bola de víboras Sherl es mi tía <<por desgracia>>.

Siempre se ponía a comparar hijos, dinero, apariencia y si no fuera por qué es casi imposible hasta los calzones compararían.

No soy muy educado o respetuoso si no lo son conmigo y lo caballeroso no va conmigo, crecí entre burlas hacia mi, aunque si se compararán con quién soy en realidad se avergonzarían.

-Idiotas- dije sin más, voltie a ver a mi padre y oh valla sorpresa me quería matar.

Me puse de pie y me fui o bueno me quería ir.

-André- gritó apenas con su voz entre los dientes.

-Ivan, Ivan, ivan- relate- ¿Qué quieres?- se acercó a mi y ¡pum! M golpeo.

Discos que arto me tienen, le dirigí una sonrisa sarcástica y me fui de ahí.

Que tontos son todos.

Sonó mi teléfono y con mucha pereza lo vi, era Nataly pero yo no quería hablar, así que colgué, sabía que me pediría muchas escusas y yo... yo solo quiero descansar.

****





-Donde estuviste ayer- pregunto muy sería.

-Con mi patética familia- respodi sin nada de ganas.

-te llamé.

-si lo vi.

-¿Por qué no contestaste?- su voz escucho dolida.

-No tenía ganas de hablar.

Si, estaba igual que un hielo pero que importa.

-Dan, me preocupo por ti- sus ojos derrochan que me arrepienta de lo dicho pero es de idiotas arrepentirse por lo que ya está echo.

-No deberías- la voltie a ver seco, sabia que mi mirada no decía nada- Mejor me voy.

Me puse de pie para dirigirme a las salida del cuarto, ella seguía en el hospital, antes de abrir la puerta su voz me interrumpió.

-Deja de ser un idiota- grito.

Voltie a mirarla- no se puede dejar de ser algo que ya se es.

-Maldita sea contigo- dio un bufido y prosedio- enserio no puedes tener ser menos frío?.

-no- en seco respondí.

-Y entonces ¿Por qué sigues aquí?.

-estaba apunto de hacerlo y me interrumpirse.

-Bien, largo- dijo aún enojada.

-no pienses en mi arrepentimiento que no pasara- conteste.

-Jamás te lo eh pedido- y ella aún más fría me respondió- al final ni siquiera te pedí que te quedaras- ¡Auuuch!

Ya no dije nada, me fui sin más, probablemente yo tenía la culpa pero no me sentía con ánimos de nada.

Llegue a mi cas y papá me esperaba.

Camino hacia mi y sin decir una sola palabra me golpeó, yo solo callaba para que mis lagrimas no se derramaron, pensando en lo tonto y feo que la vida, tal vez sería mejor no tenerla, pero soy cobarde.

Mamá interrumpió y ni siquiera quise escuchar, me puse de pie y me dirigí hacia mi habitación.

Maldita sea donde estás, buscaba y buscaba pero aaah no estaba y la encontré. Aquella pequeña bolsa con un contenido peculiar blanco.

Seria la primera vez que lo haría y espero que sea como lo prometieron, sabía que era dañino pero el dolor que sentía en mi era demasiado, no solo por los golpes, la pelea con Nat y sabía lo molesta que se había quedado, no se como podía hacer que dejara de doler, no encontraba cura.

Abri la bolsa y saqué un poco, lo acerqué a mi nariz e inhale un poco y fue, una sensación inexplicable,  mi cuerpo se relajó y mi mente igual, inhale un poco más, me recoste en la cama y me quedé dormido.

Ya no dolió, pude descansar pero en la mañana todo seguirá igual.

En esta y mil vidas másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora