capitulo 11

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Nat

Desperte con una gran emoción, hoy volvería a Florida, despúes de todo tal vez mi vida no estaba empeorando.

¿Moriría? La respuesta es obvia.

Pero no todas las cosas pasaban como yo lo deseaba.

Ma dirigía hacia el aeropuerto un poco entusiasmada por verlo, sabia lo mucho que me entusiasmaba volver, no tenía una gran vida social por lo que sabia que casi nadie me habria extrañado, pero lo tenía a el, la unica persona que me ah interesado y que ironicamente puede que moriré amandolo.

-Nat, llegamos- Mamá interrumpio mis pensamientos.

Dirigí mi mirada hacía ella para despúes ver que ya nos encontrabamos a fuera del aeropuerto, baje del coche y me apresure a tomar mi equipaje.

Durante el vuelo venía un poco irritada y cansada el vuelo no había sido largo sin embargo no me gustaban los vuelos, era grumador, mi madre se estresaba y empezaba a regañarme y sinceramente me agobiaba tener que escuchar sus regaños y los gritos de los demás.

El vuelo termino y salimos del aeropuerto dirigiendonos a casa.

-¿Nat?- escuche la voz ronca y dulce a la vez de aquel chico- ¿Paso algo?.

-No, todo esta bien, eh llegado a casa- respondí.

-¿Quieres que valla?.

-Claro- mi voz se notaba que estaba un tanto cansada sin embargo mostraba un tono de entusiasmo.

Tanto tiempo sin haberlo visto era eterno ante mí y aunque no lo mostraba, enserio me emicionaba, recordaba tantos momentos que habíamos pasado, desde nuestro beso bajo la lluvia con perfect de fondo, nuestras confesiones de amor, aquellas platicas donde el solo finjia o realmente lo hacía el tener toda la atención en mí.

Aquel castaño no era el prototipo perfecto de novio para algunas y ante mí ese mismo chico era como un cofre de tesoro dondé lo unico que encontraba era una pequeña carta que a simple vista no desifrarias por que estaría llenas de codigos morses o algo asi.

Eh de decir que Dan era como una caja de sorpresas, no era aquella persona que temía ocultar como era a los demás, sin embargo siempre podía sorprenderte, confuso, lo se.

Ante cuanquier cosa no temía en demostrar lo que pensaba y yo solo  apreciaba un chico tan dulce ante mí.

Puedo afirmar lo mucho que lo conozco.

No tardo mucho en llegar a mi casa, escuche el timbre de la puerta principal asi que supuse que se trataba de el, camine hacie la puerta para abrirla y poder apreciar aquellos ojos oscuros que tanto anhelaba ver durante meses.

No me quería ver desesperaba o necesitada, desperada por tocarlo y necesitada por abrazarlo, pero no pude pensarlo mucho cuando ya lo estaba abrazando, mi cuerpo y alma se dejaron ir a los brazos de aquel chico sin recibir una orden de mi cerebro.

El rodeo mi cintura con sus brazos, puse mi cabeza entre su cuello y hombro, fue una abrazo tan fuerte que solo estaba tratando de que las lagrimas no se salieran.

¿Por qué lloraría? La unica respuesta que encontraba ante ella era lo mucho que durante estos meses lo había anhelado abrazarlo, deje de escuchar todo sonido que nos rodeaba y asi solo estabamos el y yo, podía escuchar su respiración en mi oído y era como si atraves de una abrazo se sintiera el corazón.

Hoy se que no todo es para mal, estar con Daniel era olvidar, Olvidar malos momentos por qur ahora solo estabamos el y yo.

Se separo un poco de mí, pude ver sus ojos tan cerca de los mios, aquellos ojos negros tan hermosos, se acerco para darne un corto beso, volvio a mirarme y tomo mi mejilla con su mano y con su pulgar haciendo pequeñas carisias tan calidas y volvio a besarme, coloque mi manos alrededor de su cuello y con una de ella en su cabeza con mis dedos entre su cabello acarisiando con la mayor delicadesa del mundo, asi profundisando su beso.

En esta y mil vidas másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora