capitulo 18

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"en la vida y en muerte mi gran amor eres"

Nat
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-¿Duele?- dijo Dan susurrando a mi oído mientras con sus dedos acariciaba mi cabello.

-un poco- murmuré- no es un dolor insoportable.

-Claro.

Nos encontrábamos en un sitio de tatuajes, había decidido hacerme mi primer tatuaje después de rogarle días a mamá al fin lo logré, así que le dije a Dan que me acompañará y accedió así que aquí me encontraba tal vez tomando la peor decisión de mi vida pues ni siquiera tenía una clave idea de lo que quería, era algo que se me había ocurrido de último minuto.

Se trataba de una rana con un tutú de bailarina y una tiara, el porque no lo sabía pero sabía que no había manera de revertir las cosas.

-¿Por qué una rana?- Dan pregunto un tanto extrañado.

-No preguntes.

-En verdad quiero saber así que dime.

-No lo sé- ví una mueca de desagrado en su rostro pero era la verdad, no sabía.

-En unos años te arrepentirás.

-sí lo creó- respondí.

¿Ya les dije que era mi primer tatuaje? Me emociona y asusta a la vez, no sé si elegí el mejor tatuaje pero da igual, somos chavos ¿No?.

-Pero tengo la edad suficiente para saber que el que se arrepiente pierde- volvi a decir, viendo una mueca rara por parte de Dan- ¿Que te vas a tatuar?- pregunte ya que si, mi primer tatuaje va acompañado de un loco que también se tatuaria.

-tu trasero- dioooos que claro eres, pude ver la cara de shock del joven tatuador así que no pude evitar ponerme roja como jitomate- era broma- Dan se atrevió a decir después de ver mi cara de vergüenza.

No dije nada ya que la persona la cual me trataba hablo haciendo referencia a que había terminado, ahí supe que ni había vuelta atrás, mi primer tatuaje, una rana, era una rana linda.

Ahora solo tenía que pensar en que le diría a mi madre que significa, aunque no tengo ni la mínima idea, si tengo algo en mente claro es que no debo arrepentirme de las cosas que hago por que no sirve de nada más que de culpabilidad a mi misma, así que tal vez solo se desilusión por mi misma parte de no haber pensado con claridad.

Al mirar quede sorprendida me había encantado y era súper tierno así que no, no tenía rastro de desilusión pasando por mi mente.

-Es tonto pero me gusta- Dan diji en su dónde viz notaba burla.

-¿Qué es lo que te harás?- pregunte mientras me acercaba a un banquito para sentarme.

-Es sorpresa.

-¿Tardará mucho?

-Callate- volteó a verme y me puse a poner ojos de perro curioso.

Nos quedamos en silencio hasta que volvió y alistó las cosas para comenzar, me puse a analizar cada facción de Daniel, como si de magia se trataba pudiera leer sus pensamientos, que claro, no era así.

No sé notaba preocupado y cuando al fin comenzó y puso la aguja sobre su piel el se veía relajado, me quedé atontada viendo su rostro relajado como si se tratara de un pequeño piquete de mosco, wow dan parece una Roca.

Yo y Dan hemos pasado tanto tiempo junto que .e eh acostumbrado a el, no tengo ni idea del por qué pero la conexión con el es increíble.

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Dan.

-¡Daniel!- gritaba yiyi corriendo tras de mi- ¡espérame!- su grito era agitado.

-¡Corre!- fue lo unico que le dije, las cosas iban demasiado bien como para detenerme.

-No- sonó firme así que no pude parar y voltear a verla.

Ella se encontraba recargando sus manos sobre sus rodillas, tratando de contraer su fuerte respiración, si algo tenía era una mala condición física, la mía no era tan buena sin embargo mi larga piernas me ayudaban bastante.

-Bieen- me siento en la cera a un lado de ella, ella copia mis movimientos- deberías hacer más ejercicio- rompo el pequeño silencio que había entre nosotros.

Ella voltea a verme un tanto indignada o es lo que aparentaba tener en su rostro, una mueca de indignación- grosero- fue lo único que se atrevió a decir.

-ven- le estiro la mano haciendo referencia a que se acerque a mi.

Ella me volteó los ojos y me dejó con la mano estirada, no me quería abrazar, pero ¿Qué mentira dije?, okey, debería retractarme, pero mentiras no dije.

Yo solo me acerqué y la abracé, ella aunque se hacía la indignada puso sus manos alrededor de mi, mi corazón estaba completo con ella, mi yiyi, mi adoración.

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Bien si hay algo fácil de hacer es dormir, ya eran las 6 de la mañana y yo seguía despierto, con una pulga pegada a mi, Nat, con su pie sobre mi, su brazo sobre mi pecho y mi cabeza el mi pequeño hombro, sus ojos cerrados y sus pestañas rodando sus mejillas, paz, es lo que me da.

Admirar cada rastro de su rostro, su perfección, su color rojizo, el calor que yacía su cuerpo y el mío.

Era linda, demasiado linda, mi única motivación de días.

La dueña de mi corazón.

Le parecería patético pero es lo mejor que me ah pasado, moriría así si fuera necesario, daría mi corazón y alma por ella, la pulga pegada a mi lado era perfecto, mi corazón estaba atado a ella y si tal vez lo nuestro no era para siempre disfrutaría cada momento a su lado.

Ya pasaron unas cuantas horas, el sol salía, las cortinas de mi ventana un poco abierta, el sol pegando sobre su cara, su cabello un poco crecido brillando, el color de sus mejillas deslumbrando, su piel brillando.

Deslice mis dedos sobre sus brazos varias veces, es sorprendente como podía deslizar sus brazos con mis dedos en una gran facilidad, admirar su cuerpo desnudo sobre el mío era una maravilla.

Ver su espalda desnuda, han escuchado como un cuerpo tiene demasiado calor por si mismo, hacia frío pero el tacto de nuestros cuerpos desnudos era fascinante.

La paz que sentía con ella era perfecta.

Nuestras respiraciones unidas, al sentir el sol sobre sus ojos comenzó a abrirlos lentamente, al abrir sus ojos pude ver su fascinante color miel de ellos, sus pestañas largas.

Sus ojos se dirigieron hacia mi y una sonrisa se pintó en su rostro al verme, pero yo esperaba un beso mañanero o algo mas, como anoche.

Algo como, su cuerpo sobre mi, mis manos en su caderas dirigiendo la a hacer ligeros movimientos sobre mi duro miembro, ella gimiendo mi nombre, sus piernas entrelazada sobre mi cadera, su agitación, su orgasmo al punto de salir, sus uñas enterradas sobre mi espalda.

Bien Daniel cálmate, sigue recordando y abra un ligera erección en ti, tan temprano y queriendo sexo, hormonas cálmate.

-No sé si traerte hielo o usar mi cuerpo- volte a verla sorprendido pero sus manos apuntaban hacia mi ya saben que, no pude evitar sentir vergüenza.

Ella se abalanzó a quedar sobre mi, eterro su cara sobre mi cuello, y con mi manos recorrí su cuerpo.

La volte hasta quedar sobre ella y besarla, fui dejando ligero besos sobre todo su cuerpo, era fascinante.

Un rápidin en la mañana, nada malo para la salud, quemando calorías en ayunas nos haría enflacar ¿no?

En esta y mil vidas másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora