Capítulo XIV.

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Notas:

¡Gracias a todas las personitas que leyeron!

Advertencia: Contenido +18

Disfruten el capítulo.

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La primavera había comenzado de una manera espectacular.

A Ron le gustaba esa etapa del año, en el que podía observar la manera en la que los árboles y plantas estaban totalmente cambiando, poco a poco, a su brillante color verde y las flores comenzaban a regresar a la vida de manera natural. Le gustaba estar afuera por el olor que desprendía la naturaleza ante la nieve que iba derritiéndose con el pasar de los días. Los atardeceres eran más bellos en esa época y las noches comenzaban a ser cada vez más cortas conforme el tiempo volaba.

Era un clima en donde no estaba ni muy frío ni muy caliente, aunque a veces cayera un poco de nieve de forma esporádica, para él era el clima perfecto y siempre lo ponía contento.

La mansión se miraba con más vida de lo normal gracias a que los jardines estaban regresando a su habitual verde; los árboles estaban tornándose frondosos de nuevo y las pequeñas flores bailaban entre lo verdoso mientras asomaban sus pétalos. Era que ahora se permitía entender porque los Malfoy estaban tan orgullosos de su hogar, realmente era algo digno de admirar. Todo lo tenía bastante fascinado.

Contemplar todo aquello que la naturaleza les regalaba, lo había puesto a plantearse su situación y había estado dándole vuelta a los sentimientos que lo empezaron a embargar desde hace un par de meses, debido a una pregunta que salía de Lucius con tanta reiteración que no había podido evitarlo por más tiempo aun así lo quisiese.

«¿Confías en mí?»

Primero quiso concentrarse en que Lucius había comenzado a despertar emociones en él que quería enterrar y negar hasta que la vida se le fuera en ello. No le cabían en la cabeza, no era posible le estuviera pasando eso a él, más en momentos como esos, y no quería estar sintiendo esas cosas y mucho menos por él.

Estaba muy confundido.

Ron no había estado intentado ignorar a Lucius porque era simplemente imposible, pero si trataba de tener al hombre lo más alejado de sus pensamientos como le fuera posible.

El problema era que Ron tenía la certeza de que ya no iba a poder dejar de pensar en Lucius y en como esas nuevas emociones lo estaban haciendo sentir, dejándolo sin escapatoria. La parte racional de él le decía que parará con esa estupidez que él solo había empezado y se había metido de lleno, esa parte le decía que necesitaba deshacerse de ese problema antes de que fuera demasiado tarde. Pero lo peor de su situación era que no fue consciente de todos esos cambios hasta que fue demasiado tarde, otra vez.

Sus encuentros habían comenzado a ser más anhelados sin que se diera cuenta, al ver y sentir a Lucius siendo tan cuidadoso con él y en hacerlo disfrutar, hacían a su corazón acelerarse de una manera tan desenfrenada al estar con él; había llegado hasta sentir un vacío cuando no llegaban a más, se encontró deseando llegar a más que solo encuentros nocturnos y un nuevo sentimiento de soledad lo albergaba ya que se iba a su habitación.

No ocupaba estar necesariamente con él, solo pensar en él bastaba para que su corazón latiera como loco. Se había comenzado a sentir avergonzado por pequeñas cosas que el hombre hacía para su persona, como dejarlo platicar sin parar o dejarlo acurrucarse con él antes de irse a dormir, a veces hasta recibía uno que otro dulce de su parte. Se emocionaba y sentía una calidez cada que Lucius le contaba algo, parecía que ni él se daba enterado que hablaba referente a él, en su tiempo en Hogwarts o de cuando Draco era pequeño, que sin querer estuvo deseando saber más y más del mayor.

Before you goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora