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Era sábado.

Ayer fue su pequeña reunión con Nightmare, unas horas después de que haya salido de la escuela por lo que ayer fue la última vez que vio a Blue y no lo volvería a ver hasta el lunes.

Mientras pateaba su clóset, para calmar sus ganas de romper algo más, pensaba en las miles de maneras de llamarse a él mismo idiota por no prestarle atención a ese chico cuando le hablaba de dónde vivía. También pensaba en desear estar pateando a alguien en vez del clóset, la misma persona que inunda su cabeza desde hace un tiempo.

Su habitación era un desastre total pues ayer mismo apenas volvió a casa se dispuso a desquitar su rabia en el lugar.

No pudo dormir, o al menos no unas horas buenas para su cuerpo. Había amanecido hace unas horas y probablemente su hermano ya estaba despierto.

— Baja a desayunar. —y sí estaba despierto— ¿Qué sucedió? Parece que un huracán pasó por tu habitación.

— Fui yo.

No tenía muchas ganas de explicarle a su hermano que estaba metido un gran problema y que probablemente su jefe haga algo malo con su compañero de clases.

Le hubiera gustado evitar que su hermano vea eso. No le gustaba generarle más problemas.

— ¿Qué sucedió Error?

Por un momento pensó en de verdad decirle todo pero ¿En qué cambiaría eso? Que le cause más problemas a Geno, probablemente hacerle pasar la vergüenza de su vida al ver a él, su hermano, ser llevado entre esposas por todos los daños que hizo.

Contarle todo no era una opción. Estaba dispuesto en seguir con eso hasta el final pero eso no impedía las ganas de acercarse a él y buscar algún consejo.

Tal y como era cuando era niño, el día en que unos chicos de su salón siempre lo llamaban fenómeno y regresaba a casa llorando, cuando era pequeño y solo tenía problemas pequeños. Problemas que Geno podía manejar, problemas que podía contarle porque era su hermano mayor y sabía que siempre estaría a ahí para él.

— Me siento enojado.

— Bueno eso es entendible porque dudo que alguien destroce su habitación estando feliz. —se acercó a la cama del menor y se sentó a la orilla de esta, haciendo un espacio para que su hermanito se colocara a su lado— ¿Me dirás por qué?

Recordó la vez en que conoció a Dust, al volver a casa no le contó nada a Geno, igual que el día siguiente, las semanas, meses y años siguientes.

Se encargaba de solo contarle las cosas buenas de su vida, las cuales eran muy pocas por lo tanto ya casi ni le contaba nada desde ese día. Se quedaron distanciados y él no quería eso, era su hermano.

Se sentó a su lado, junto a él y a pesar de eso se sentía a metros lejos de él. Se sentía tan lejano de ese modo.

— Estoy decepcionado.

— ¿De quién?

— No te diré. —aunque haya sonado cortante sabía que Geno respetaría su silencio ante la identidad de a quienes se refiría— Es solo que-. BlueBerry nunca llamó mi atención hasta ese día y que me hablara de la nada fue extraño. Bien, luego está que me siguió acompañando los siguientes días y fue agradable tener a alguien de mi edad que no pensara que soy un desquiciado.

— Bueno, sí pareces un desquiciado.

— Pero me entero que solo lo envió a que se acerque a mí y me siento traicionado por él, es decir ¿Por qué? No pensé que caería tan bajo y me siendo decepcionado de los dos, de Blue y- ¿Por qué tuvo que hacerlo? Y ahora no sé qué decirle si nos volvemos a encontrar.

●C R I M I N A L● [Sanscest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora