●C R I M I N A L● [Sanscest]

20

El resto de la semana fue muy ocupado en la estación de policía, por eso Ink salió un rato; sobre todo fue porque Cross le dio la tarde libre.

El albino miraba como su niño jugaba con una rama que se había caído de un árbol. Su rostro se mantenía inexpresivo.

Comenzó a mirar todo el parque, como algunas parejas paseaban con niño o solas, jóvenes con amigos. Todo tipo de gente. Ubicó su vista hacia alguien en especifico. Sonrió.

— Buenas tardes, joven Error. —El adolescente volteó al notar de quién se trataba, se quitó sus audífonos.

— Hola, Comyet. —Desvió la mirada, observando al niño jugar ahora con un perro que jugaba por ahí— ¿No debería estar en la estación? —Lo miró a los ojos.

— Mi jefe me dio la tarde libre, dice que me obsesiono mucho tratando de incriminar a alguien.

— Creo que me hago una idea a quién se refiere. —El albino soltó una pequeña y dulce risa, Error hizo una media sonrisa— ¿Y cómo le va?

— Estamos en busca de la camioneta donde escaparon los que robaron el museo de arte. —Error desvió la mirada— Tal vez encontremos algo.

— ¡Isa! —El infante de cinco años se acercó hacia el albino, alzando sus brazos buscando que lo carguen.

— Es hora de tu siesta, Jammy. —Alzó al niño y lo sentó sobre sus hombros. Antes de irse se giró para mirar al joven— Joven Crayon, si logramos encontrar la camioneta le aseguro que la mandaré a revisar por todos lados hasta encontrar una mínima muestra de ADN. —El menor se mostró algo preocupado, Ink rió un poco— Hasta luego.

— Hasta luego. —Al ya ver como el mayor estaba lejos soltó una leve risa— Comyet, sé qué planeas. —Siguió su camino por el parque, disfrutando de la música que proporcionaba sus audífonos.

Por otro lado, Ink sonreía con burla mientras que volteaba mirando como el chico se alejaba.

— Sé qué que estás planeando, Crayon.

Ambos siguieron con su camino, alejándose del otro. Ambos sonreían, creyendo que tenía esta batalla ganada.

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— No encontramos a la camioneta. —Habló Cross entrando a la oficina del albino— Policías estaban cerca del lugar, interceptaron a cada auto que pasaba por ahí y nada.

— Vaya. —Sin poder contenerse, rió.

— ¿Qué pasa?

— Lo llevaron a un desguace.

— ¿Cómo lo sabes?

— Es la mejor manera de deshacerse de un auto, legalmente. —Se levantó tomando algunos archivos— No sé cómo supieron que los íbamos a interceptar —En realidad sí— Pero, si mandamos a buscar ese auto en todos los desguaces de la zona podríamos tener la suerte de que aún no lo hayan hecho cubo en una trituradora. —Se dirigió hacia la puerta.

— Ya tenías esto planeado ¿Verdad?

— Tal vez.

En las próximas horas estuvieron yendo de por aquí y por allá, buscando la camioneta que habían captado las cámaras. La hallaron.