Toda la semana había estado cansada, sentía que todo me daba vueltas y no me gustaba nada. En ocasiones había asistido con el médico pero no tenía alguna enfermedad y siempre decía lo mismo 'sólo tienes que descansar, trata de relajarte' ya me había cansado que me dijeran eso y me siguiera sintiendo mal apesar de que pedía horas de descanso en el trabajo, no tenía idea de lo que me estaba pasando pero era horrible y no lo soportaba.
Era fin de semana y estaba recostada en el sillón acompañada de Manchas, estaba viendo una película pero rápidamente caí en los brazos de morfeo, al despertar Manchas se había dormido a mi lado y la película ya había terminado, apagué todo y cargué a Manchas en mis brazos para caminar rumbo a mi habitación. Llegamos a la habitación y recosté a Manchas en la cama, fui al baño, me lavé los dientes y por último me acosté, al poco tiempo de quedarme dormida sentí una presencia en la habitación me levanté de golpe y miré en todas direcciones, por fortuna no había nadie, miré a Manchas que dormía plácidamente, me recosté a su lado y volví a caer dormida.
Al día siguente me paré y desde ese entonces todo volvió a mejorar, me fuí recuperando poco a poco y todo era normal a excepción de que cada noche despertaba y sentía la presencia de alguien o algo pero al no ver a nadie me volvía a dormir, pasó aproximadamente 3 semanas y ya me sentía mejor. Era Domingo y no tenía nada qué hacer, mandé mensajes a mis amigas y por un rato estuve conversando con todas, después me despedí para hacer la cena y después de cenar fuí a hacer unas compras no muy lejos de casa. Al llegar a la casa puse las cosas en la cocina, alimenté a Manchas para irme a duchar antes de dormir. Salí de la ducha y no tenía sueño pero tenía que dormir, me recosté en la cama pero no conciliaba el sueño, me paré y puse un poco de música, bailé por un rato con movimientos torpes e inexpertos, después me cansé y comenzó a darme sueño. Me recosté en la cama y dormí por un largo rato hasta que desperté en medio de la madrugada, sin abrir los ojos, abracé a lo que yo creía y era Manchas pero al sentir algo más grande que un perro abrí los ojos de golpe encontrándome con Black Hat. Salté hacia atrás fuera de la cama mientras él me observaba con su típica sonrisa de dientes afilados.
—¿Qué haces aquí?.— pregunté agitada.
—Claramente ya sabes a lo que vengo.— dijo dando palmadas a la cama.
—¡No!, Estoy harta de que vengas a mi casa, hagas lo que quieres, me usas a tu antojo y después te vas sin ninguna explicación.— dije firme.
—¿Quieres explicaciones?.— preguntó arqueando una ceja.
—Así es.— dije afirmando con la cabeza.
—Te daré explicaciones después de jugar un rato.— dijo apareciendo en frente.
Retrocedí e intenté abrir la puerta pero era más que claro que estaría cerrada, dí la vuelta y enseguida Black Hat se abalanzó contra mí dando besos y acariciando mi cuerpo, intenté en repetidas veces alejarlo pero era más fuerte que yo y cada vez me sentía más débil.
—Hoy no te saldrás con la tuya.— dije forcejeando.
—¿Quieres ver qué sí?.— dijo sonriendo.
Al terminar de decirlo comenzó a besarme bruscamente y nuevamente sentí como la temperatura subía y subía sin intenciones de querer bajar. Black Hat me tenía acorralada contra la puerta y yo cada vez estaba más débil y en un movimiento rápido Black Hat tomó mis piernas y me cargó haciendo que las pusiera sobre sus caderas, todo esto sin dejar de besarme. Volteé mi cara por la falta de aire y para que dejara de besarme pero él seguía depositando besos por todo mi cuello, mis hombros, mis clavículas y me pecho. Comencé a sacar pequeños gemidos que salían inconcientemente de mí, Black Hat tenía algún tipo de poder que hacía que con cualquier roce con él hiciera que me entrara una excitación sexual y que quisiera pecar incontables veces. Black Hat comenzó a mover sus caderas de atrás hacia adelante haciendo que sintiera su miembro bajo su ropa entre mis piernas, cautiva por el momento comencé a mover también mis caderas haciendo que nuestras intimidades chocarán indirectamente, medité un rato en mi mente y creí que era hora de vengarme un poco por lo que me hacía pasar siempre. Comencé a besar y morder su cuello mientras que él solo se dedicaba a dar gruñidos roncos. Me separé de su cuello y tomé si rostro entre mis manos para darle un beso apasionado y cuando menos se lo esperó mordí su labio inferior provocando que Black Hat gruñera más fuerte y se apartará un poco de mí. Me miró y estaba a punto de besarme pero lo detuve.
—Ahora dame explicaciones.— dije.
—Pero aún no hemos acabado.— dijo molesto.
—Entonces largo de mi casa.— dije bajando y caminado lejos de el.
—No te diré nada hasta que terminemos.— dijo retador.
—Entonces lárgate, no estoy dispuesta a seguir.— dije sin interés.
—Ven para acá.— dijo acercándose estrepitosamente.
—¡No!, ¡Quiero explicaciones ya!.— dije autoritaria.
Black Hat se acercó más y cada vez más y antes de llegar tomé una almohada y con todas mis fuerzas le di un golpe en la cara pero éste sólo hizo que se frenara.
—¿Acabas de pegarme... Con una almohada?.— preguntó incrédulo.
Lo miré con un poco de miedo para después correr lejos de su alcance, corrí por toda la habitación y Black Hat detrás mío gritando 'vuelve aquí' con una voz como de oso rabioso, miré rápidamente detrás de mí para ver la ventaja que le llevaba a Black Hat pero me arrepentí de haber volteado ya que Black Hat no era como yo lo conocía, ahora estaba deformado y tenía tentáculos, garras, manos, cierras y muchas cosas más que me dejaron sin aliento e inmóvil. Uno de sus tentáculos se movió en dirección a mí y al sentir el fin cerca caí desmayada pero al sentir el suelo rápido me paré, y sí, otra vez ya era de día y todo estaba como si nada hubiera pasado, incluso Manchas seguía durmiendo plácidamente a un lado mío.
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∆°•°•Deseos •°•°∆
Hayran KurguEste libro es una mezcla de "Villanos" de CN con los incubos. Estos son unos seres malignos que quitan la energía, o algo así jaja no soy buena con las explicaciones pero si investigas un poco más del tema puede que te interese, y más si te gusta vi...