Cap.10

45 5 1
                                        

Al despertar todo daba vueltas, no podía ni mover un músculo sin que mi cuerpo temblara. Con mucha dificultad me paré y observé la hora, 3 dela tarde. Sorprendida por la hora decido pararme de mi cama pero al hacer el intento termino cayendo al frío piso de mi recámara. Haciendo muchos intentos por pararme decido arrastrarme hasta la cocina para poder comer algo, llegué y rápido me puse a comer cómo si fuera la última vez que fuera a comer, me quedé un momento en el suelo hasta que lentamente pude pararme con ayuda del refrigerador. Ya parada caminé con calma como si de una carrera de caracoles se tratase. Caminé hasta llegar al baño y darme una ducha que relajó todo mi cuerpo e hizo que perdiera tan sólo un poco del cansancio que sentía. Entre que iba de aquí y allá con suma lentitud el día se fue volando y era la hora de dormir. Me puse a pensar y deduje que Black Hat no vendría hoy ya que eh notado que me deja descansar de este cansancio que me provoca el estar con él.

Me recosté en la cama, cerrando los ojos para dormir en paz, poco a poco todo mi cuerpo se iba durmiendo hasta que... Sentí que alguien se acostaba a mi lado. Yo estaba en posición fetal y no podía ver quién se había acostado a mis espaldas. Comencé a sentir una mano recorrer mi cintura hasta quedar totalmente enroscada por un brazo fornido, lentamente subió su mano hasta uno de mis pechos y comenzó a apretarlo con agresividad, sentí como una respiración caliente chocaba con mi cuello y como rápidamente los besos sobre el mismo no se hacían esperar. Asustada traté con muchos esfuerzos dar la vuelata para ver si se trataba de Black Hat pero al ver de quién se trataba me alarmé más, retrocedí estrepitosamente en mi cama pero el hombre encapuchado me tomó a las fuerzas, el que yo no tuviera nada de fuerzas en éste momento y que él hombre fuera muy fuerte no me ayudaba en nada ahora. Grité por ayuda pero el desconocido me cubrió la boca con un trapo que sacó de uno de sus bolsos. Traté de moverme para soltarme de su agarre pero era inútil, el hombre comenzó a dar besos bruscos por todo mi cuerpo mientras las lágrimas salían desesperadamente de mis ojos.

En un descuido del hombre, una de mis manos quedó libre y con las pocas fuerzas que me quedaban tomé impulso y lo golpeé en el rostro, el golpe sólo hizo que el hombre se molestara provocando que me amarrara en la cabecera de la cama con cables que sepa Dios de dónde salieron. Conmigo ahora inmóvil podía hacer lo que el quisiera sin problema alguno. El hombre comenzó a tocar mi cuerpo por encima de mí ropa y lentamente subió el pijama que traía, el hombre notó que no podía quitar mi pijama por arriba porque estaba amarrada, entonces comenzó a romperla con su manos quedando mi cuerpo tan sólo con ropa interior. Moví mis piernas bruscamente para tratar de patearlo pero el sujeto tomó con mucha fuerza mis piernas dejándolas sin movilidad, se subió sobre ellas y continuó tocando mi cuerpo como si de un premio se tratara.

Mis ojos se llenaron de lágrimas lo que no me permitía ver con mucha claridad, eso hasta que él hombre comenzó a limpiar con su sudadera mis lágrimas.

—No llores, prometo no hacerte tanto daño.— dijo el hombre tranquilo.

Lo miré con terror y se quitó la capucha que traía y fue así que caí en cuenta de que era el chico que había traído la pizza aquella vez. El chico bajó hasta mi cuello depositando besos dulces y suaves que para mí eran asquerosos y deplorables, me moví con todas mis fuerzas para que se detuviera pero todo lo que hacía era en vano. Resignada y cansada dejé de moverme haciéndome las cosas más fáciles al chico, ya estaba todo perdido, ya no había nada qué hacer, nadie vendría a rescatarme.

El chico se dedicaba a morder mi cuerpo mientras yo sólo lloraba de la desesperación, apreté la vista para tratar de ignorar lo que pasaba hasta que ví pasar una sombra en mi ventana, me alarmé ya que mi cuarto estaba en un segundo piso y no había forma de que alguien pasara por ahí, miré atenta todas las ventanas hasta que él chico me tomó del rostro haciendo que mi mirada se centrara en el por un momento, lo miré confundida a los ojos y lentamente el se fue acercando. A unos centímetros de mí el joven cerró los ojos dando a entender que me besaría, de repente, ví cómo el joven era alejado de mí a una velocidad descomunal. Alcé mi cabeza para ver con más claridad mí habitación y ahí estaba Black Hat con sus tentáculos de fuera tomando al chico por la cintura, alzando lo unos centímetros del suelo. El joven vió aterrado a Black Hat y trató de soltarse del agarre de Black Hat.

∆°•°•Deseos •°•°∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora