Cap.6

44 5 0
                                        

Ahora sí estaba confundida, todo me daba vueltas, hacía preguntas pero no obtenía  respuestas. Todos los días me la pasaba pensando en lo que ocurrió aquella noche, siempre me encontraba distraída pensando y pensando, fue así que mi decisión fue tratar de atraer a Black Hat para que me respondiera mis preguntas, aunque no sabía exactamente como haría para que me dijera la verdad, realmente era muy difícil pedirle que dijera la verdad sin que quiera hacer de las suyas. Corrí del trabajo a la casa, hice lo que casi todos los días y me aseguré de que manchas durmiera cómodo afuera de la habitación. Cerré la puerta sin ponerle seguro y caminé hacia mi cama, grité por unos minutos a Black Hat pero nada ocurría, cansada decidí recostarme para.dprmir y tratar de que llegara en la madrugada como era su costumbre. Cerré los ojos y desperté, sentí que había dormido por 5 minutos pero realmente había dormido casi 5 horas, me tallé los ojos y con la vista borrosa ví una mancha negra en mi ventana.

—¿Black Hat?, ¿Eres tú?.— pregunté tratando de aclarar mi vista.

—Claro que soy yo, idiota.— dijo molesto.

—uff, qué carácter.— dije bufando.

Mi vista poco a poco se aclaró y lo pude ver mejor, estaba cómo siempre sólo que tenía una mirada seria y no tenía si característica sonrisa.

—Quiero que me digas qué eres.— ordené.

Black Hat me siguió observando en silencio sin decir una sóla palabra.

—Por favor, necesito saber.— dije casi suplicando.

Black Hat se paró y lentamente se acercó hasta donde yo estaba, se puso a mi altura, tomó mi barbilla y me dió un tierno beso que me sorprendió.

—Sólo quiero que seas mía.— dijo.

Comenzó a besarme nuevamente, realmente no comprendía a este tipo, sus besos se eras tiernos y suaves pero poco a poco subían de intensidad.

—No sé a lo que te refieres, ¿Quieres mi amor?, ¿Mi compañía?, ¿O sólo quieres usarme como un objeto sexual?.— dije sería.

Black Hat se detuvo por un momento y después siguió besando mi cuello.

—¡Por favor Black Hat, necesito respuestas!.— dije frustrada.

Black Hat se desesperó y me tomó bruscamente se las muñecas.

—¡No preguntes porque no habrá respuesta!, ¡Ahora cállate y déjame hacerte mía!.— gritó furioso.

Quedé atónita por sus palabras, al parecer sería más difícil de lo que creía.

—No dejaré que me hagas nada, si no hay respuestas entonces quiero que te largues y nunca vuelvas.— dije casi gritando.

—¡Entiendelo, ahora eres mía y puedo hacer contigo lo que se me plazca!.— dijo.

Black Hat comenzó a desvestirme y a quitarse la camisa, traté y traté de sacarme de sus garras pero era inútil, le pegaba pero no parecía dolerle en lo absoluto, ahora sí el miedo me comía por dentro. Black Hat enterraba sus garras en mis costillas y rasguñaba mi espalda, mordía mi cuello y mis pechos de una manera muy brusca provocando que me doliera, las lágrimas comenzaron a salir y empaparon mi rostro pero Black Hat no se detenía ante nada, Black Hat ya no era el mismo, ahora parecía que realmente me quería matar. Black Hat encima mío comenzó a levantar mis piernas con sus manos y las apretaba fuerte haciendo que gritara del dolor.

—¡Basta Black Hat, Basta!, ¡Me estás lastimando!.— dije entre lágrimas.

Black Hat ignoraba todo lo que le decía, de un tirón arrancó mi sostén y rápido tapé mis pechos con mis manos, Black Hat rápido tomó mis muñecas y las puso arriba de mi cabeza, comenzó a morder fuertemente mis pechos al grado de sentir que me los iba a arrancar, lloraba descontroladamente pero Black Hat parecía perdido en sus pensamientos haciendo inconcientemente lo que hacía. Me giré en la cama quedando boca abajo para que no me siguiera lastimando pero había sido la peor decisión, con sus manos acariciaba y apretaba mis pechos y mordía fuertemente mis hombros, sentía cómo frotaba su gran erección contra mí trasero, era una sensación realmente extraña pero no era nada bonito, realmente sentí que me estaba violando, y así era, estaba haciendo cosas en contra de mi voluntad y me lastimaba fuertemente. Black Hat seguía gritando su miembro en mi trasero y en ocasiones apretaba mi trasero con sus manos. No quería que siguiera haciendo esas cosas, lloraba pero él no me escuchaba y parecía no querer escucharme.

—Nunca te perdonaré.— dije con lágrimas en los ojos y la vista perdida.

Sentí cómo se detuvo y ya no sentía su peso encima de mí, me giré y ya no había nadie, me alegré al saber que todo había acabado y por lo menos en algo bueno. Me cambié y me recosté para poder descansar, ahora estaba más asustada que nunca, creo que ahora había visto de qué era capaz Black Hat, era capaz de eso y más. Me dormí y al día siguente todo me dolía, tenía moretones por todo el cuerpo y rasguños por toda mi espalda. Salí de mi habitación, alimenté a Manchas, desayuné y me cambié para salir a pasear junto a manchas. En el recorrido iba distraída, absorta a todo lo que pasaba a mi alrededor al grado de que casi me atropellaran por 5ta vez, decidida volví a casa para no tener más problemas, todo el día me la había pasando jugando con manchas y viendo películas hasta que cayera la noche.

∆°•°•Deseos •°•°∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora