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Me miré en el espejo sonriendo al verme con aquella ropa. Jungkook me había prestado una de sus sudaderas y sus calzoncillos negros debajo que no se veían. Me puse una de sus gorras negra y salí sonriente. Desde el secuestro no había tocado la calle, además sería una  buena oportunidad para escapar o encontrar a mis hermanos en las calles.

—Vamos—dijo Jungkook desde la cama.

Iba con unos pantalones cargo negros y una camiseta blanca básica, sobre su cabeza había un gorro estilo pesquero y en sus muñecas multiples accesorios. Se veía realmente bien con esa ropa, mi mirada descarada recorría cada parte de su cuerpo sin pudor.

—¿Dónde me llevas?—pregunté levantando la mirada de nuevo.

Este abrió la puerta sin decir una sola palabra. Fui tras él por el pasillo e ignoré las voces de Suga y Namjoon avisando de que trataría de escapar. Jungkook no parecía creer en esa posible opción, a pesar de que era mi plan principal.

—¿A dónde vamos?—pregunté al ver que andábamos hacia un lateral de la casa.

Sonreí al ver una moto apoyada en la pared. Era negra con unos pequeños reflejos morados realmente bonitos.

—Por suerte tengo dos de estas bellezas, monta—dijo ofreciéndome uno de los cascos.

Me lo puse mirando asombrada aún el vehículo en el que iba a montar. Jungkook subió y me miró expectante. Me acerqué y me subí algo perdida, era algo incómodo.

—Sujétate—dijo con fastidio.

Dejé mis manos sobre sus hombros y este rió en bajo. Arrancó y aceleró hacia la salida de aquella mansión en el bosque. De la potencia tuve que agarrarme de su cintura fuertemente, lo que me faltaba era que me matara yo sola al tirarme de la moto. No miraba a ningún sitio, tenía el rostro fijo en su espalda. Nunca había montado con alguien en moto y menos atrás, me daba cierto pánico el hecho de pensar que estábamos a fácil punta de pistola.

—¡Relájate!

Qué fácil decirlo. Miré a mi derecha percatándome de que ya estábamos entrando en la ciudad, ¡No miré el camino exacto! Era estúpida. Jungkook fue frenando según nos acercábamos a la avenida. Aparcó frente a una pequeña cafetería. Jungkook se quitó el casco y removió su cabello al mover la cabeza. Sacó el gorro de su bolsillo, mi mano fue directa a la suya frenando antes de que se pusiera el gorro de nuevo. Me quité el casco y observé detenidamente sus facciones y pelo despeinado...estaba para comérselo.

—¿Terminaste?

Quité la mano de él y me bajé de la moto mirando aquella cristalera de la cafetería. Parecía tener un buen ambiente dentro al ver todo de madera oscura, pequeñas plantas y luces como faroles.

—Entra—dijo tras de mí, claro, se aseguraba de que no saliera corriendo.

Rodé los ojos y entré sonriente. Una chica de mi edad aproximadamente vino a atendernos. Miró a Jungkook y se sorprendió.

—Primera vez que vienes con una mujer, ¿Tu novia?

Jungkook pasó de largo sacando una pequeña risita a la chica.

—Nunca trajo a una chica aquí, solo venía con sus amigos. Soy familiar suyo.

Familia, eso me sorprendía. ¿Toda su familia tenía genes de gente atractiva? Me senté frente a él y este negó señalando el sitio en aquel sofá a su lado.

—Contra la pared.

—No me voy a escapar.

—Sí, ya, y yo soy gay—dijo levantándose y señalando el lugar al fondo.

Pride - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora