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Noah despertó hacía un par de horas con un pequeño mareo. El médico destacó su bienestar a pesar del tiempo que estuvo en el interior de la casa, mi hermanito era inmortal cono decía Taehyung.

—Come con calma, no quiero besar labios que acaban de vomitar.

Jungkook observaba asombrado como introducía gran cantidad de patatas del MC Donald en mi boca. Estaba hambrienta, Taehyung, Jimin y Jin tardaron, exactamente, tres horas en traer la puñetera comida. Ya estaba hasta pensando si aceptar la propuesta que me hizo anteriormente Jungkook y cometer canibalismo.

Rodé los ojos y sorbí de la pajita de mi refresco. Él tenía unas pocas patatas, tenía la tripa revuelta y Jin insistió en que cuando los otros consiguieran un techo iba a darle algo de comer que le aliviara el mal estar.

—No es mi culpa morirme de hambre...

Jungkook me quitó las patatas de las manos y me puso el enorme cubo de nuggets en mis manos.

—Come, pero no te atragantes.

Asentí metiendo mi mano derecha en aquel cubo.

—Han encontrado un edificio medio abandonado—dijo Jimin mirando su celular.

Sonreí con la boca llena.

—Iré a ver si os dan de alta a los dos—dijo Tae saliendo corriendo.

Tragué mirando la puerta por la que acababa de salir y seguí con mi comida tranquilamente.

En ruinas, no abandonado, se habían equivocado de palabra al definir aquella casa. Jungkook miraba como yo aquel edificio de tres plantas.

—Era una oficina hacía diez años, se conserva perfectamente, ¿verdad?

Todos miramos a Hoseok esperando a que se riera de aquel chiste que acababa de hacer.

—Primera planta para dormir, la de en medio la usaremos de oficina y en la de arriba la parejita feliz.

—¿Por qué vamos arriba?—preguntó Jungkook levantando una de sus cejas.

—No queremos ruidos innecesarios para nuestros oídos, gracias—dijo Jimin adelantándose para entrar.

Noah miraba la situación aguantando la risa al ver mi sonrojo.

—Iré a llamar a nuestros socios y  empleados—dijo Nam alejándose de la casa.

Alrededor no había mucho, estaba en una plaza medio vacía y la mayoría de los negocios estaban cerrados. Por así decirlo era una plaza abandonada por completa al final de una de las calles principales que prácticamente estaba deshabitada el último kilómetro.

—Tengo una idea—dijo Jungkook mirando la plaza.

Miré también aquel lugar semi en ruinas. Realmente no había nada que hacer allí...

—¿Puedo preguntar cuál?

—Negocios, podemos revivir esta plaza por completo y convertirlo en un lugar concurrido de la ciudad. Nuestro pequeño negocio quedará escondido además de que generaremos dinero si los dueños son socios o nuestros empleados.

—A veces piensas, me alegra saberlo—dijo Namjoon acercándose guardando el móvil en su bolsillo—Pero antes habrá que hacer algo con tu padre, no vamos a dejar que se vaya de rositas.

Jungkook agarró mi mano y tiró de mí dentro de aquella casa a punto de desplomarse sobre nuestras cabezas.

La habitación de arriba en la que habíamos entrado no parecía estar en muy malas condiciones. A pesar de ser oficina, el último piso era vivienda y por ello todos estaban bajando las camas abajo.

Pride - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora