Desperté en los brazos de Jungkook. Este me había cargado como un koala un día entero. Mientras Namjoon hablaba con mis hermanos Jungkook me llevó a dar una vuelta por la zona. Después de comer en una pizzería cercana me quedé dormida sobre su hombro. Lo último que recordaba era haber estado hablando de la gran paciencia que debía de tener Suga.
El caso, me acaba de despertar en los brazos de Jungkook sobre las siete de la tarde. Este estaba en el hospital hablando con una voz algo grave.
—¿Qué narices ve en ti?
—Taehyung, cierra la boca—dijo Jungkook acariciando mi espalda.
Ante el contacto me retorcí un poco y me acurruqué en su cuello causando una pequeña risa al mayor.
—Es adorable cuando no está regañando a nadie.
—Lo sé, ¿Nam sigue dentro?
—Sí, no le quedará mucho...
Besé el cuello de Jungkook y sonreí traviesa alejándome ligeramente de su zona sensible.
—No hagas eso—dijo con la voz ronca que le salía cuando comenzaba a excitarse.
—¿Por qué no?— me acerqué q su oreja y le susurré—El cuerpo de Daddy es mío.
—Eso no funciona así pequeña.
Taehyung se fue tras la entrada de una llamada en su teléfono. Estábamos solos en ese pasillo.
—Tú me obedeces y no haces nada sin mi permiso. Yo te complazco y tú a mí, pero no cuando tu quieras.
—Ya quisieras Jeon, ¿Tú de verdad creías que aceptaría eso?
Cuando este iba a hablar se abrió la puerta frente a nosotros y mi hermano Noah salió con un rostro confuso.
—¿Qué hacéis aquí fuera?
—Nada—dije sonriente.
Jungkook me bajó y entró sin decir una sola palabra a la habitación. Fui tras él y saludé a mi hermano mayor con mi mano.
—¿Cómo vas?
—Estaría perfectamente si no me hubieran disparado y casi perforado mi estómago—dijo mirando a Jungkook.
Este hizo una reverencia y pidió disculpas por décima vez. Mi hermano mayor rió y le restó importancia, parecía contento de que ambos estuviéramos bien.
—Papá vendrá, no deberíais de estar aquí para ese momento.
—Yo debo irme—dijo Nam levantándose y saliendo como una bala.
Jungkook y yo nos quedamos mirando confusos la puerta por la que Nam salió como una bala. Me senté en la silla al lado de Lucas y sonreí.
—Ya no eres el fuckboy de la zona...
—Cállate niña—hubo un pequeño silencio—Perdón por todo el daño que te hice, te llamé traidora y hasta conseguí que te echaran.
—Perdón por decepcionarte—dije mirando las losas del suelo.
—¿Decepción? Soy lo mejor que vas a tener en tu vida y me llamas decepción—dijo Jungkook con cierta molestia
—Jeon Jungkook, más vale que des la vida por proteger a mi hermana, no recibí un disparo para que la abandones en una semana...
Jungkook se cruzó de brazos y miró a la ventana con cierta molestia habitual en él. Mi hermano rió ante su acción.
—Voy a dormir, venid más tarde. Jeon, quédate un segundo.
Salí desconcertada con Noah y nos sentamos en las sillas fuera de la sala.
—Papá realmente es detestable, será mafioso pero se cargó a su mejor amigo y a su esposa para concentrar el poder en él...
—¿Su mejor amigo?—pregunté.
—El padre de Namjoon ayudó a nuestro padre con la mafia, ambos eran los jefes de la mayor mafia del país hasta que mató a Kim. A partir de ahí todo fue en decadencia para papá, naciste poco después de eso según Namjoon, después de mi nacimiento mamá trató de ayudar a papá y fue asesinada por él.
—Ese bastardo...
Miré en frente bufando del enfado que tenía en ese momento. Una enfermera salió de la habitación unos minutos después, no dijo nada solo anduvo concentrada hacia en frente hasta que empezó a correr por el pasillo.
—¡Joder!—gritó Jungkook desde dentro.
Jungkook pov.
Tragué en seco al quedarme solo en aquella habitación con el que anteriormente era mi objetivo. Disparé a quien debía considerar mi cuñado por accidente. Ese día Raewen salió sin decir a dónde iba y eso era algo extraño, nadie en la casa pareció interesado en su paradero por lo que fui a mirar a qué había ido esa pequeña y problemática chica. Ella caminaba por las calles como si no fuera una mafiosa reconocida entre los suyos, nuestro bando no era el único contra Jung y ella parecía no estar al tanto de eso.
Pasados aquella tienda de ropa terriblemente horrible, una figura de un chico encapuchado comenzó una disimulada persecución a mi chica.
Odiaba admitir que su mal humor o reacciones ante mis cambios de humor me parecían lindas e incluso atractivas de alguna manera. Cuando quise darme cuenta mi cabeza andaba pensando en una nueva manera de sacarla de quicio. Nunca me había entendido, no me expresaba bien y era incapaz de pensar en los demás hasta que apareció ella; aquella chica que a sus quince necesitó de mi ayuda para tatuarse, incluso en esa época yo ya era parte de BTS y mis sentimientos estaban cerrados casi por completo...
Cuando vi que se metió en aquel callejón y que el hombre la seguía no dudé en neutralizar a aquel imbécil. Ya con este inconsciente me asomé encontrándome con que estaba siendo apuntada con una pistola. Mi cabeza no lo pensó dos veces, creía que era cómplice del que acababa de neutralizar y por ello no dudé ni dos segundos. Ahora aquella persona a la que disparé estaba frente a mí y resultaba ser mi cuñado.
—¿La quieres?
—¿Por qué la pregunta?
—Siempre estuvo sola, su compañía más cercana era Noah. No tuvo amigos, ni parejas, no sabe lo que es ser amada de verdad porque ni el amor paternal pudo tener...
—La quiero, es de lo poco que sé que siento.
—No creo que seas bueno para ella.
—Yo tampoco, pero la que elije es ella.
En toda ese pequeño diálogo no le miré a la cara, era incapaz. Una enfermera entró y comenzó a inyectar algo en su suero mientras conversábamos.
—Cuídala, no quiero que llore por tu culpa. La quiero mucho, no pude darle el cariño que necesitaba así que te lo encargo a ti.
—No prometo nada.
No hubo respuesta. Lo siguiente que escuché fue el sonido de la máquina indicando que su corazón se había parado.
—¡Joder!
Apreté el botón de emergencia y maldije varias veces; yo mataba, no sabía salvar a nadie.
El peor sentimiento que había sentido fue el que me invadió cuando Raewen entró y vio a su hermano médicamente muerto...
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Pride - JJK
FanfictionJung Raewen era una de las hijas de un reconocido mafioso de Corea del Sur. Tras la misteriosa muerte de su madre, las mujeres fueron infravaloradas en aquel negocio. La única misión que esta había conseguido después de insistir durante años a su pa...