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Ya había pasado una semana. El ataque comenzaría al medio día.

Jungkook estaba cambiándose tras una pequeña ronda de sexo mañanero. Suspiré mirando por la ventana aún en ropa interior. En aquella batalla mis dos hermanos iban a participar en nombre de Lucas y eso me erizaba la piel, no podría con otra perdida.

—¿Aún así?—preguntó Jungkook entrando con su ropa negra y ajustada.

Ese traje que llevaríamos todos era demasiado sensual a decir verdad...

—Pensaba...

Jungkook me abrazó por la espalda mirando por la ventana. Acaricié sus manos con una tonta sonrisa.

—Mi chica mafiosa debe estar lista—besó mis labios castamente y lamió mi cuello.

—Aparta que debo cambiarme—dije empujando a este.

Me cambié y bajé las escaleras junto a Jungkook al escuchar el llamado de Namjoon. Fuera estaban varios coches negros y camionetas. Estábamos listos para dirigirnos a nuestro objetivo y comenzar la cacería.

Tenían todo listo, se estaban poniendo los cubrebocas y preparándose para salir. Namjoon nos miraba fijamente mientras nos poníamos el cinturón con las pistolas y balas. Yo tenía un francotirador como Taehyung, ambos íbamos a estar algo más alejados de la verdadera batalla.

—No quiero a ninguno muerto—dijo abriendo la puerta.

Todos gritamos demostrando la energía y ganas de vivir que teníamos. Salí tras Nam y me metí en el primer coche con Jungkook, Taehyung, Jimin y Jin. Los tres iban a colarse con objetivo a mi padre mientras los demás debían defender y distraer al resto.

Me senté y abroché el cinturón. Cerré los ojos y susurré unas palabras hacia mi hermano Lucas, iba a vengar lo que nos hicieron a los cuatro desde pequeños. Frenaron en medio de un pequeño bosque que había cerca de la mansión de cuatro plantas de mi padre; Ali debía bajarme con Tae.

—Parejita feliz, daros un beso antes de que os separéis y no os veáis en horas—dijo Jin mirándonos a Jungkook y a mí.

Este agarró mi rostro y besó mis labios con profundidad. Besó mi frente después.

—No te arriesgues mucho—dije desabrochándome el cinturón.

—Lo mismo te digo, linda. No me dejes sin tener sexo—dijo totalmente serio.

—¡Ey!

—Era broma—dijo con el mismo rostro inexpresivo—Sabes que te quiero.

—Dais repelús—dijo Jimin mirándonos con repugnancia—Yo y Suga no somos tan empalagosos.

—¿Tú y Suga?—pregunté sorprendida al tocar el suelo lleno de piedras con mis botas.

—No dije nada.

—¿Yoonmin?

Cerraron la puerta en mi cara dejándome con toda la curiosidad del mundo sobre ese tema que quedó pendiente. Taehyung tiró de mí hacia nuestras posiciones.

Tenían pensando que estuviéramos en una colina no muy lejos o sobre algún árbol. Tae iría a la colina por lo que yo debía encontrar el árbol adecuado y escalarlo.

—No te desconcentres. Debes disparar a todo aquel que veas por las ventanas, sin compasión excepto si son ancianos o niños; ordenes de Nam.

Asentí a Tae y me despedí de él, debía dirigirse a la colina que estaba más alejada. Bufé mirando tanto árbol y traté de recordar la zona en la que me crié unos años. Caminé hasta encontrarme ante una explanada, hizo una tala de árboles importante en esa zona. Maldije y retrocedí para ir al otro lado.

Pride - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora