Stone Cold [H.S]

05

Junio, 2013

Harry.

—¡Mierda, mierda y más mierda!

—¡Joder, Harry, le vas a hacer un maldito hueco al piso! —Louis me gritó haciendo que detuviera mis pasos. —¡Llámala de una jodida vez!

—¡¿Y si no responde?! —el pánico se apoderó de mí haciendo que llevara mis manos a la cabeza.

—Pareces un maldito adolescente —mi móvil fue arrebatado de mis manos.

—¡No! —grité, pero increíblemente el muy enano se escondió con mi celular detrás de una pared, mi tamaño impedía que cupiera dentro. —¡Louis, te voy a pisar y vas a desaparecer!

—¿Por qué quieres desaparecer al pobre Louis?

—Si, Harry ¿Por qué quieres desaparecer al pobre Louis? —la voz aguda del ojiazul me enojo haciendo que mi mano le arrebatara el celular de un jalón.

—No se atreve a llamar a Amelie, quiere invitarla a salir —me sonroje, idiota.

Llevaba dos meses hablando por mensaje con la bella chica, sin embargo, por nuestros apretados horarios no coincidíamos nunca en la misma ciudad. Sabía que si yo quería estar con ella, debía idear algún plan para conquistarla, no podría hacerlo solo por facetime. Pero me moría de miedo, me cagaba de nervios porque esa mujer era el amor de mi vida. ¡Si! Dirán que estoy loco pero me tiene completamente enamorado. Cada día me fascino más con su forma de ser, su pasión por la vida, su energía y su felicidad qué es tan contagiosa que ella puede ser feliz por los dos y aun sobraría de esta.

—¿Una cita? —mis ojos fueron hacia Niall.

—¿Tiene algo de malo? ¿Crees que es muy precipitado? —miré asustado a Niall, él iba a hablar pero entonces Louis intervino, dejando a Niall con la mirada perdida.

—¿Amelie? ¡Hola, soy Louis! —mi cara de pánico era increíble, puta madre, la tenía al teléfono. — Si si, el de One Direction... si, tu número me lo dio Niall... oh si, te llamaba porque Harry quiere invitarte a salir pero no se atreve...

Mundo, despídanse de Louis Tomlinson para siempre.

Miré a Niall buscando ayuda pero él solo tenía la mirada puesta en el piso.

—Claro, aquí te lo paso, cuídate —miré mal al ojiazul pero él solo me sacó el dedo medio entregándome el celular.

Vamos, Harry, tú puedes hacerlo, tu puedes.

Con la mano temblando, llevé el celular a mi oído.

—¿Amelie? —susurré.

Hola, rulitos. Así que quieres invitarme a salir y no te atreves, eh.

Creo que nunca había estado tan rojo y tan nervioso en mis diecinueve años de vida.

—Eh... si, bueno... lo que dijo Louis —mire mal al chico que estaba escuchando atentamente la conversación, el muy chismoso. —Es verdad.

Genial, entonces como a ti te da nervios, yo te invito a salir.

Escuché su risa, me sentí en el paraíso.

Señor Styles, sé que es un hombre ocupado pero ¿Podría concederme una cena en París?

Mierda, por ella iría al infierno. Estaba tan sonrojado, pero tenía el corazón contento y muy enamorado.