19 - Parte 2

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*Importante que coloquen la canción*

Jueves, abril 2019

Amelie.

Joder, iba tarde, siempre voy tarde.

Eran apenas las nueve de la mañana cuando decidí salir de casa para ir a buscar unos papeles que Harry olvidó en el estudio. Mi novio tenía una memoria increíblemente buena, para lo que quería, pero así lo amaba.

Harry estaría ocupado la mayor parte de la mañana en otro estudio con Jeff, acordando unas últimas cosas para el inicio de la gira, estaba emocionado y yo estaba feliz por verlo tan contento. 

Estos últimos meses han sido pura alegría desde que supimos que estábamos esperando a nuestro primer girasol, a Alma, nuestra hija. Harry era un dulce, no me permitía hacer nada a pesar de que ambas nos encontrábamos perfectamente bien de salud y fuerte, él se encargaba de la mayoría de cosas. A veces me sentía inútil, pero luego sonreía al ver que él se estaba tomando tan en serio esto.

Hoy había decidido caminar. Lisa, mi ginecóloga, lo recomendaba para ayudar a mi embarazo. Sé que Harry no estaría tan de acuerdo, pero no quería manejar en el tráfico tan feo de California.

Ve con cuidado, por favor. Avísame cuando estés en casa. Te amo mucho. H

Lo haré, te amo más!

Sonreí bloqueando mi celular para caminar rumbo a un centro comercial. Sin embargo, llevaba rato que me sentía observada. Realmente no quería encontrarme con fotógrafos. 

A pesar de sentir una angustia en el pecho, decidí que nada malograría mi día. El sol brillaba en su punto máximo a pesar de ser tan temprano, el día estaba precioso y claro que lo disfrutaría con mis lentes de sol. Cuando entré a la tienda, cosas de bebé me abrumaron ya que todo estaba repleto de ellas.

Pero yo había venido aquí con un propósito, y luego de pedirlo, lo tuve entre mis manos. Mi pedido estaba listo.

¿Le gusta, señora Styles? —me sonrojé cuando escuché la forma en la que me llamó. 

—Es preciosa.

Entre mis manos se encontraba un pequeño brazalete de oro puro con el nombre de Alma. Harry y yo habíamos decidido mandar a hacer una pulsera para ella, para cuando la tuviéramos con nosotros. Sonreí al ver que era tan pequeña en comparación a la mía y en cómo se vería tan delicado y precioso en mi hija. 

Pagué, agradecí y desaparecí con rumbo hacia mi hogar.

Había poca gente en las calles y lo agradecí ya que lo último que quería era ver a los paparazzis.

No sabía que mi vida cambiaría para siempre.

El semáforo dio verde para los peatones, crucé. A mitad de la pista, escuché un sonido que me hizo voltear. 

Estaba tan cerca, no podía correr.

Mierda.

—¡Amelie!

Alma. Mi hija.

No vi nada más.

.

.

.

Harry.

Mierda. 

Stone Cold [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora