Epílogo.

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Harry.

No puedo abrir los ojos, pero siento que la luz me golpea y me obliga a querer hacerlo.

¿Por qué me siento tan débil? ¿Estoy muerto?

¿Dónde mierda estoy?

Esto me pasa por dejar a Amelie.

Ella ya no me ama.

Merezco estar muerto.

Estuve alrededor de veinte minutos intentando abrirlos pero no podía. A lo lejos escuchaba voces, llantos y algunos gritos, pero no escuchaba nada más.

¿Por qué no me podía despertar?

¿Realmente me morí? Quería hacerlo, porque desde que Amelie dijo que no me amaba, prefiero estar muerto ¿Aquí podré ver a mi pequeño girasol?

Luego de mucho intentarlo, finalmente pude.

¿Qué es esto?

—¿Harry? —un hombre se me acercó abriendo los ojos, luego tenía como quince personas moviéndome y revisando.

¿Estaba en un hospital?

—Llámenla —sí, estaba en un hospital.

¿Llámenla? Nadie va a venir por mi, todos me dejaron claro que era un arrogante hijo de puta por hacerle eso a la mujer que me dio todo en esta vida ¿Qué sentido tiene estar vivo si ella no estaba conmigo? Mi hija estaba muerta y no tenía ni una posibilidad de tener a Amelie entre mis brazos otra vez, no quería estar vivo.

—¿Qué me pasó? —las personas solo me dieron una mirada de lástima y salieron poco a poco de la habitación.

La última vez que estuve en un hospital, fue por malas noticias.

Poco a poco me di cuenta que tenía muchos cables conectados al cuerpo, e incluso, un respirador.

¿Qué mierda me pasó? ¿Intenté suicidarme?

La puerta sonó y aunque no quería ver a nadie, dije:

—Pase.

Un nudo se me formó en la garganta al verla parada en la puerta con lágrimas en los ojos.

¿No estaba muerto? ¿Por qué ella lloraba de esa manera? Ella me odia ¿Qué hace ella aquí?

—¿Amelie? —pregunté confundido.

Ella corrió hasta mí y se lanzó llorando encima mío. No entendía qué mierda pasaba.

—Tranquila, no llores —dije susurrando mientras intentaba consolarla.

Realmente no sabía cómo tratarla, hace un par de días se había ido de su departamento diciéndome que no me amaba, después de eso, no recuerdo nada más.

—Estás vivo, estás vivo, mi amor —¿Mi amor?

¿Escuché bien?

—¿Q-qué pasó?

Levantó su rostro de mi pecho, sus mejillas eran puras lágrimas.

Estuviste en coma seis meses, Harry —explicó intentando hablar claramente.

¡¿Qué?!

—Tranquilo, te explicaré todo —si, por favor.

—Estábamos... —inhalo fuerte y prosiguió. —Estaba yendo a casa luego de recoger el brazalete que habíamos pedido para Alma, crucé la pista porque el semáforo estaba en verde, en ese momento vi un auto acercarse a toda velocidad y... —sorbió su nariz. —Escuche que gritaste mi nombre pero después yo no sentí nada, abrí los ojos y tú estabas tirado siete metros más allá. El auto se dio a la fuga, yo corrí a verte pero tu no despertabas y de la impresión me desmaye.

Stone Cold [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora