20 - Final.

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Amelie.

Dios, estos zapatos me estaban matando. Con cuidado, me los quite, tratando de mantener mi equilibrio y no caer. Quería llevar a la cama cuanto antes, tenía sentimientos encontrados y realmente no quería pensar en ellos.

Quería dormir por mil años.

La puerta sonó y pensé que quizá era Louis para entregarme algo que había dejado en el auto.

Como hubiera deseado que fuera Louis.

Pero no era él.

Sus ojos verdes me miraban mientras intentaba recuperar su respiración.

¿Qué demonios hacia él aquí?

Las palabras se me trabaron en la boca, quería decirle que se fuera, pero no podía.

—Amelie —susurro.

Retrocedí casi instantáneamente cuando sentí que se iba a lanzar sobre mí.

Entró caminando rápido dentro de mi casa.

—¿Qué se te ofrece? —pude articular con la poca voz saque de mi garganta.

—Tenemos que hablar.

—No tenemos nada de qué hablar.

—Si tenemos, joder —hablo caminando hacia mi. —Si tenemos.

Éramos los dos en medio de la sala, con una distancia de apenas dos metros pero que parecían mil kilómetros.

—Retírate de mi casa, por favor.

—Solo... escúchame.

Se veía tan desesperado, tan triste, tan roto. Harry tenía la misma cara de siempre pero su expresión era una que nunca había visto, jamás había sido tan oscura, no lo reconocía.

Decidí quedarme callada y a pesar de que pensé que estaba más tranquilo, empezó a buscar aire, conocía eso, mierda.

Le estaba dando un ataque de asma.

Me acerqué a él, mientras sus ojos buscaban ayuda, mientras sus lágrimas se asomaban por la angustia de no tener aire. Busqué entre sus bolsillos con rapidez hasta dar con el inhalador, como pude se lo coloqué en la boca y lo presioné dos veces, haciendo que el aire retornara a sus pulmones.

Harry me miró agradecido, le sobé el pecho dos veces y decidí alejarme nuevamente. Se sentó en mi sofá con la mirada perdida, mientras fue a buscarle un vaso con agua para que se calmara.

Mis acciones están en automático, realmente quería que él se fuera de mi casa, pero no iba a botarlo sabiendo que estaba teniendo un ataque de asma.

Que Alex lo atienda.

Una punzada fue a mi pecho cuando esa vocecita habló en mi cabeza.

Cálmate, Amelie, no necesitamos a dos personas con ataque en este momento.

Le entregué el agua y recibí un gracias por lo bajo, decidí sentarme en el mueble de al frente para mirarlo cara a cara.

Luego de varios minutos en silencio, él empezó a hablar.

—¿De todo el mundo, tenía que ser Niall? —¿Qué? 

Lo quedé mirando con una interrogante en la cara, el me miró con odio.

—¿En serio vas a reclamarme por algo que ni siquiera es real? —mi voz sonaba calmada pero el coraje que tenía dentro de mi explotaría en cualquier momento.

Stone Cold [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora