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Fue el martes de la siguiente semana cuando Frank, uno de los clientes de nuestra firma, solicitó verme,  había trabajado para el anteriormente, cenando con él para conocer a sus clientes, creí que era algo similar a eso y me fui sin temor a la oficina de mi jefe.

Al entrar empujé la puerta y encontré a Frank sentado con las piernas cruzadas y las manos ociosas en un brochure empresarial, mi jefe estaba sentado mirando hacia afuera, su oficina era de cristal y hacia que uno se sintiera expuesto, pero era perfecto para mi jefe, un hombre joven y demasiado brillante para estar aburrido en su escritorio todo el día, cuando se dieron cuenta que yo estaba en la oficina, Frank me saludó levantando la mano y Eric me invitó a pasar.

Sí Eric era mi jefe, habíamos salido juntos en la universidad y cuando le comenté que quería cambiar de empleo fue el quien me sugirió ir a "Ash y Pam", a los 5 meses de estar laborando allí, el entró a trabajar como sub gerente y en ese momento me di cuenta que su padre era el dueño de la firma, desde ese mismo momento, me di cuenta que no podía estar con él, y no porque él no me quisiera, era yo quien no quería pasar por situaciones en las que la chica pobre se casa con el chico rico y todo el mundo la acusa de ser una arpía. Aun así Eric y yo éramos buenos amigos.

Eric me entregó unos papeles para que  los revisara y los archivara, con una mirada me di cuenta que quería que yo me fuera rápido, me  despedí de Frank y me dirigí a mi escritorio, preguntándome porque no me quería Eric allí si Frank era de confianza, un mensaje me devolvió a la realidad y vi que era de Frank:

En el Parqueo subterráneo en 15 minutos.

Eso sí que me sorprendió, dejé los papeles en mi escritorio y miré a Shanel quien estaba mirando a the big bang theory por internet, nos habíamos acostumbrado a estar sin nada que hacer y ahora estábamos al día con  series y  últimas películas.

Odio este parqueo, hace un calor infernal y  odio sudar, he ido pocas veces allí porque no tengo auto, pero no fue difícil encontrar a Frank, el sobresalía entre autos grises con su traje negro y una corbata morada.

 -Creí que no vendrías Mia-dijo

-Aquí estoy-le dije sin disimular mi sorpresa por haberte citado en un lugar así. Él se dio cuenta y trató de sonreír.

-Lamento la molestia pero quiero decirte que las van a mandar a casa- dijo y yo arrugué la cara, pidiéndole más detalles.

- Como sabes, por ahora estamos en una situación  y vamos a hacer creer que la firma está cerrada en lo que baja la marea- dijo.

Eso ya lo sabía, sabía que Frank era accionista y que las cosas estaban calientes porque   uno de los abogados había ganado un caso, y había evitado que encerraran un famoso diputado, cosa que no le gustó a nadie, a pesar de que el desgraciado era todo corrupto, Frank prosiguió.

-Te enviaremos a ti y a la pelirroja a casa, será menos de un mes, no pueden salir mucho a lugares específicos, ¿entiendes?

-Sí, ¿acaso alguien han amenazado a Luis?- Frank lo pensó un momento y luego me dijo que sí.

-Pero...- dije y el ser sorprendió un poco- ¿Por qué me lo dice aquí y no me lo dijo cuando fui al despacho de Eric?

El me miró tranquilo, Frank parecía malo, pero me inspiraba confianza, era de piel clara y ojos oscuros se dejaba pollina como si fuera un niño a pesar de que tenía un poco de canas, supongo que tenía algunos 60 años que le asentaban muy bien, ya que él era un hombre atractivo,  había estado como su acompañante en muchas reuniones y fiestas y él siempre me había respetado y aconsejado para que las cosas salieran bien, incluso para mi cumpleaños me regalaba algo siempre, podría decirse que nos tenemos aprecio, por eso, por más raro que esta situación parezca, confió en él.

-Porque en los días que vas a estar sin hacer nada, quiero ofrecerte un pequeño trabajo- dijo. Me sorprendí un poco, pero no era mala idea, a lo mejor quería que le ayude con su contabilidad personal o algo así.

-Está bien, ¿de qué se trata?- le dije.

-Te llamaré- me dijo y antes de su chofer encendiera el auto se dio la vuelta y me miró serio —No le menciones esto a Eric- me dijo, no era la primera vez que pasaba, cuando descubríamos algunas cosas no la decíamos de inmediato, pero yo a Eric le contaba casi todo, pero entendí que Frank lo dijo por algo y acalorada y sudorosa me fui a la oficina.

Al llegar Shanel no estaba, era hora de almorzar y ella no esperaba a nadie, yo tenía más calor que hambre y me quite la chaqueta y ajusté el aire a mi dirección dejando que me helara un poco,

-¿Sudando?- dijo una voz familiar detrás de mí, me puse un poco nerviosa porque no quería que se enterara, miré en su dirección y el entró cerrando la puerta con seguro, se quitó el saco y se sentó junto a mí a congelarse un poco, nos reímos juntos y mi corazón me recordaba que yo aún seguía queriéndolo, él era un chico alto de piel clara y castaño, no era del tipo fuerte, más bien era delgado, tenía unos ojos miel que daban escalofríos, pero era realmente guapo con su cara de joven emprendedor y su seguridad de nerd.

 -¿Dónde estabas?- me dijo, dejé de sonreír y le dije que estaba buscando a Shanel afuera y no la había encontrado. El me miró serio, miró mis labios y luego mis ojos, yo hice lo mismo, pero al final miré al piso, si el me seguía mirando, tendría que encerrarme en el refrigerador porque estoy sudando otra vez. Al final se paró para marcharse y antes de cerrar la puerta me dijo que Shanel estaba en el comedor y cerró la puerta demasiado fuerte, supongo que era para dejar claro que no me creía, espero que no sospeche de Frank pero estoy segura que eso es.

AnyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora