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Más nerviosa no podía estar, no es la primera vez que sales con alguien en estas circunstancias me decía a mí misma, pero había algo en la situación que me ponía nerviosa, no estoy en mi terreno.

Cálmate Mia cálmate, Mia… no he elegido mi seudónimo! Ni siquiera tenía idea de que nombre aparecía en mis documentos de inscripción, sabía que Frank no pondría su nombre pero no sabía cuál era su nuevo nombre, suspiró y pensó en nombres, María, Joselyn, Susana, todos estos nombres suenan inventados al final pensó en Ángela, y si Silvano le preguntaba eso le diría, Ángela Blanco. Estaban a punto de llegar a la cafetería de la universidad cuando le tocó su hombro.

-¿Piensas invitarme a comer aquí?- Dijo Silvano, sin mucha emoción.

-¿Algún problema?-  le pregunte sin entender, él tenía las manos en el bolsillo y parecía cansado.

-¿En serio piensas que comeremos aquí?- entrecerré mis ojos e hice una mueca con mi boca no sé de qué está hablando.-La comida aquí no es muy buena y… no es por nada… pero no me interesa que me vean contigo…- dijo como si me estuviera diciendo la hora, yo me enfadé un poco, pero no podía culparlo, eso significa que de verdad terminó con Claudia y ¿quería volver con ella?

-Sígueme- dijo y yo le obedecí.

Fuimos en su auto a un establecimiento cerca, bueno no tan lejos sino uno no muy atascado de conocidos, y él ordenó 2 Hamburguesas medianas y un batido  que me pareció exagerado incluso para los dos, cuando concluyó la orden él y el camarero me miraron, cuando les sonreí un poco desorientada el camarero me pregunto qué iba a ordenar, abrí mis ojos de par en par creí que él había ordenado por ambos, al final ordene lo mismo que el solo que en tamaños y porciones normales.

El camarero se marchó despacio, el lugar era muy antiguo y se sentía muy tranquilo, miré al chico delante de mí, quien no despegaba los ojos de su celular, nadie dijo nada, comimos en silencio y creo que él no sabía que yo estaba allí.

-¿Por qué terminaron tú y ella?- le pregunte disimulando mi interés.

-Claudia es muy celosa, no creí que duraríamos mucho pero no me gusta que terminen conmigo.-

-oh, ya veo-

-En todo caso dile que me dé una oportunidad, sus celos no tienen base,-

-¿Yo?- El miro a los lados como buscando a alguien.

-Claro que tú, no veo a nadie más por aquí.- también mire alrededor, el lugar estaba vacío solo estábamos nosotros y un señor que leía un periódico cerca de la cajera.

Puse cara de confusión, ¿Por qué el quería que yo hablara con su ex novia?

-¿Ya no son amigas?- me pregunto preocupado. Tragué seco y tosí un poco, creo que él se dio cuenta de mi susto porque suspiró, no puedo creer que él me haya estado confundiendo.

-N-No somos amigas- Estaba muy nerviosa, creí que él sabía que yo era nueva, pero ahora tenía sentido, me trajo en auto hasta aquí porque pensaba que era amiga de Claudia.

-¿Melisa?- me preguntó casi enfadado, yo le respondí moviendo la cabeza diciéndole que no, mi corazón latía a mil por hora, me sentía tan idiota por haber actuado así, al parecer me había tomado tan en serio el verme más joven que estaba actuando como una chica normal impulsada por sus emociones.

Él se puso de pie, se pasó la mano por la cara y se volvió a sentar, se acercó a mí y abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar, su aliento cerca de mí, me asusto más, no podía moverme, él se sentó correctamente tratando de organizar sus ideas, yo respiré y rápidamente me di cuenta de que estaba nerviosa por nada, él no iba a descubrir que yo estaba en la universidad para espiarlo, solo le diría que me acerque a él porque parecía amigable pero si pensaba volver con su novia me apartaría.

-Eres una de las chicas que Claudia envía para ver si caigo- dijo tranquilamente conteniéndose la risa. -No te asustes, ella lo hace todo el tiempo, desde que andan los rumores de que salgo con amigas, ella siempre lo hace, pero tú no pareces una de esas chicas, más bien te ves tan asustada que das pena-  yo trataba de entender lo que él decía, esa era una buena excusa, pero al final no quería dar esa imagen,

-¿De que estas hablando? ¿Una chica que envía tu novia? ¿Quién te crees que soy?- Traté de parecer enfadada y ofendida.

- Eso mismo quiero saber, ¿Quién demonios eres tú?- dijo divertido, lo miré mal, ahora tenía menos nervios y podría hacer mi papel con soltura.

-Soy una chica y tú eres un idiota, me enteré de que terminaste con tu novia y me acerqué a ti, pero me arrepiento.- Antes de terminar de hablar me puse de pie, el me frenó,

-¿De verdad?- Me preguntó sonriente, supongo que su ego debía  estar en las nubes, así que aparente estar avergonzada y le dije que sí, el rio divertido parecía feliz, me sentía idiota, una más en la lista de aquel chico del cual aún no había descubierto nada.

-Entonces vamos a salir- dijo,  yo creí que iba a desmayarme pero él estaba frente a mí y me sujetó por la espalda, él se dio cuenta y yo miré al piso -si son muchas emociones para ti, puedo ir despacio- dijo, eso no era nada de lo que yo tenía planeado, necesito salir de este lio rápido, saqué valor y me despegué de él.

-debo volver- le dije, mientras corría a la calle.

AnyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora