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A las 6 de la mañana ya estaba lista, una peluca de pelo negro corto, unos ojos grises y maquillaje de chica mala, un leggin negro, mis converses de fondo mac y una sudadera con gorro era más que genial para el día que me esperaba, conduje hasta donde nos había dicho Frank y al llegar a un viejo taller en un barrio dudoso no me sorprendí con las bellezas que Frank nos había guardado, a mi lado Andy estaba más que feliz, usaba gorra y franelilla con unos pantalones de baile.

Un hombre gordo y con cara de borracho nos entregó las llaves diciendo que éramos muy jóvenes para morir estrellados. Me adelante a Andy y elegí el rojo y suspiré antes de subirme.

--no sabes nada de autos niña pero no vayas a estropear este bebé es un M235i—me encogí de hombros demostrando mi ignorancia, él se acercó a mí, y me examinó—has hecho un buen trabajo con tu apariencia, pero estas muy emocionada y esa mierda te delata, solo no te separes de mí, y no andes maravillada con todo lo que veas, ¿ viste el video?—claro que vi el video que me había entregado, una carrera en la que estaba Sil masacrando un tipo mientras le preguntaba que quien lo había enviado, entendí muy claro lo que me decía, no debían descubrirnos.

--Lo ví, tranquilo—el suspiró y me recordó que no me alejara de él, en la tarde me estuvo probando y enseñándome cómo funcionaba el auto, Andy era más risueño que León, y no me sentía del todo segura con él, era como si no creyera que un niño pudiera cubrirme la espalda.

A las 6 de las tarde entramos a un establecimiento de comida rápida, y a las 8 Andy me dejó diciendo que me avisaría para ir, me había tomado 3 sodas y había retocado mi maquillaje algunas 15 veces, estaba nerviosa, había dejado el cel. De Mia en casa y no dejaba de pensar en si algo me sucedía, no había pensado una gran coartada, y no tenía un plan en mente, mi única esperanza era que todo saliera bien y volver a casa para dormir antes del amanecer.

-Puedes venir, llega sin llamar la atención, la carrera empieza en una hora. –

Hora de salir!

Suspiré, encendí la música, y conduje despacio al lugar acordado. Al irme acercando pude escuchar el gentío y la música me dejo claro que Sil estaba de buen humor, solo espero que esta vez no quiera matarme. Dejé el auto un poco lejos y me acerqué tímida un grupo de chicas que fumaban y tomaban, estaban de porteras, ni siquiera me preguntaron la edad, supongo que a estas horas y con mi ropa, no sabían si era hombre o mujer, genial!

Los autos estaban en círculos y antes de darme cuenta ya tenía una cerveza en la mano, sin mencionar los diferentes estilos musicales que competían por dominar la noche, estrellada claro, el lugar era un claro en medio de la nada, el lado solitario de la ciudad donde podíamos morir todos y nadie se daría cuenta, a un kilómetro del rio y a una hora de los bares y lugares con vida, disfruté mi cerveza como la única y bailé con un grupo de borrachos que sonreían de aturdimiento, ¿Qué demonios hago en este lugar? Algo me dice que de aquí no saldré completa pero esta es Anyi y Anyi amaría este lugar!

Un chico pálido con un moretón en la cara intentó besarme, que mierda, lo besé también, de pronto detuvieron la música y el chico me condujo de la mano para ver mejor, la carrera iba a comenzar Andy estaba entre los valientes que se arriesgaban a perder sus autos o sus vidas quien sabe, su deportivo sobresalía junto a un hermoso descapotable gris y más allá había un chico tratando de decir algo, me acerqué más dejando al chico Eduard Cullen atrás,

-No hagan trampa idiotas, tengo ojos en todos lados adictos- gritaba el tipo encima de un auto, llevaba una camiseta blanca, jeans ajustados y los últimos nikes, se le veía cómodo y como no, era el maldito rey del lugar.

Casi caigo cuando lo reconocí, el chico Eduard Cullen me tomó de la mano y me llevó a la orilla antes que un grupo de idiotas saliera volando en sus máquinas, Andy me dedico una mirada rápida y dejé que Eduard Cullen me guiara en lo que terminaba la carrera,

--de donde eres cariño— preguntó Eduard antes de volver a besarme, aún estaba en shock por ver a Silvano en su mundo, tan seguro dictando sus reglas, solo de pensar que alguien supiera que hay un micrófono en mi ropa y que Andy es algo como un policía me daba dolor de estómago.

--soy de la ciudad—

--¿y por qué no habías venido antes?—me encogí de hombros y el chico pálido sonrió, estábamos bailando un techno que más bien sonaba como si una fábrica estuviera trabajando y algún obrero tocara guitarra al fondo.

--Una amiga me dijo y estaba curiosa, ¿cuál es el premio?—

--¿El premio?— Eduard Cullen no quería seguir hablando, estaba buscando la manera de quitarme la blusa y callarme a besos.

--de la carrera—le dije y lo empujé lejos de mí, me recosté de un auto y pedí algo para la sed a un borracho que vendía de todo...

--100 mil cariño, salgamos de aquí—dijo entrando al auto en el que yo estaba apoyada, saque el celular y vi la hora 11:55, miré al cielo y canté como loca la canción que estaba sonando.

--no me voy de aquí, quiero ver quien gana— Eduard Cullen suspiró y se sentó junto a mí a ver las estrellas. – ¿Cómo te llamas?-- le pregunté, era un tipo agradable, falto de color de ojos amarillos y se sonrojaba con facilidad, parecía un niño rico, debe de llamarse Kelvin o Ronald algo así...

--Soy Leonard, ¿y tú?—

--Samanta— le sonreí y el besó mi frente,

--siempre me ha gustado ese nombre, que ironia...me gustaría vernos fuera de este ambiente—dijo Leonard Cullen y cuando abrí mi boca para responder sonó mi celular y me alejé un poco para responder,

--¿qué pasa Andy?—

-- olleee voy ganando la carrera, creo que habrá un lio, quédate con el idiota con el que estabas pero si me vez en problemas vete,--

--¿qué?— mi corazón se aceleró y me temblaban las piernas, maldición ¿ahora qué? Traté de volver a mi papel, y me acerqué a Leonard.

--¿Todo bien Sam?—dijo el acariciando mi peluca,

--Mi amiga no va a venir—le dije triste

--estás conmigo—dijo el antes de besarme

Todos empezamos a gritar cuando escuchamos los autos venir, la música era más alta y mis nervios también, los chicos empezaron a contar del 10 al 1 y la alegría que sentí cuando vi que Andy fue el primero fue sustituida por Silvano destrozando el auto de Andy.

¡Claro el maldito no sabía perder!

Andy bajó del auto y cuando vio que estaba destrozado por detrás empezó a reír, eso me puso más nerviosa, Leonard me halo un poco, pero no le respondí, necesitaba saber que iba a pasar.

--¿un maricon que no sabe perder? Eh Silvano—dijo Andy aun riendo

-¿qué dijiste?- gritó Sil y supe a lo que Andy se refería cuando dijo Líos, pero no podía irme, mis pies no respondían y todo sucedió en cámara lenta, Silvano volando encima de él y los puñetazos tan rápidos que no sabía de quien era cada golpe, supe que Andy me buscaba con la mirada y antes de que Leonard me arrastrara le grité Resiste y para mi sorpresa Silvano se detuvo y buscó a Anyi entre la multitud, Andy aprovechó su descuido y lo lanzó al suelo, corrí con Leonard con todas mis fuerzas hasta mi auto, no iba a dejarlo aquí, él tampoco iba a dejar el suyo, así que me miro tratando de decirme que lo siguiera y entendí, las patrullas ya habían llegado y la mayoría de ebrios y drogados estaban esposado, suspiré y pisé el acelerador, si no escapaba ahora no podría ayudar a Andy y después de todo ¿era solo una pelea verdad?

AnyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora