Anyi

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Los tacones de Emma Jenner se escuchaban dentro del jurado, el mismo juez se había callado al escucharlos, caminaba lentamente con el paso de diva, no le importaba llegar tarde, ahora tenía el pelo largo y caía ondulado hasta su cintura, estaba vestida de naranja, un conjunto a juego con los tacones negros, bolso negro y un labial rojísimo que hacia contraste con sus pecas, el juez la vio e hizo una mueca con los ojos, esperó a que se sentara, junto a los demás testigos, se sentó al lado del chino, y hasta le dijo algo chistoso porque una sonora carcajada hiso que hasta el acusado mirara en su dirección molesto.

-orden por favor—dijo el juez y Emma se asustó

Los cargos contra Silvano habían desaparecido, parecía como si la justicia debiera pagarle por tenerlo arrestado casi 3 años, quien viera su expediente se daría cuenta que era inocente, lo único que no había podido desaparecer eran los dos testigos que lo habían visto asesinar a su padre, el soldado asiático y la doctora Jenner.

El juez parecía cansado, quería escuchar todo y salir de allí a almorzar, eran las 1 y estaban esperando que la doctora llegara al país desde las 9,

Todo tranquilo pensó la pelirroja, y le sonrió al juez, antes de jurar decir la verdad y declarar.

-doctora Jenner tengo entendido que ya no ejerce su profesión—

--así es señor—

--¿puede decirnos por qué? —

--la última vez que presté mis servicios casi muero señor—

--¿puede relatarnos lo que paso? —trataba de parecer amable, pero estaba cansado realmente cansado, solo esperaba que esto acabara rápido, pero la pelirroja empezó a hablar con tanto detalle y pasión que el mismo se sintió en medio del tiroteo y dentro del jeep antes de la explosión.

--por eso decidí dedicarme a otra cosa y no involucrarme con la medicina—

-- usted dice que ¿aunque el señor Silvano no lo hubiese matado la victima de todos modos estaría muerta? —

--efectivamente, señor—

--¿cómo es eso posible, señorita? —

--el paciente estaba envenenado perdidamente envenado, cuando lo vi estaba en su última fase—

--¿le dijo eso a los policías? —

--así es—

Sonreía demasiado, su cuadro clínico decía que después de ese accidente había quedado afectada emocionalmente lo que se traducía como que estaba loca, ahora era diseñadora y estaba casada con un funcionario español.

--puede sentarse—

--gracias—y le guiñó el ojo, suspiró, sorprendido

-siguiente testigo, señor Kim Junior- Emma rio, al escuchar ese nombre, ¿en serio? ¿ese era un nombre? El juez la miró y se calló, el acusado la miraba mal y ella le sacaba la lengua.

--señor Kim, donde estaba usted cuando el señor Silvano asesinó a la víctima—

--estaba en el suelo atontado después de la explosión—

--¿Qué vio? —

--vi la doctora examinar al viejo, digo la víctima, y luego apareció el señor y le disparó?

--puede decir cómo se encontraba la víctima—

--estaba colocado, señor, el viejo estaba muerto en vida, cada 2 minutos iba al baño con diarrea, vomitaba, era un desastre—