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Pasar por mi antiguo vecindario y mirar mi departamento con desconfianza, era algo que nunca hubiese creído... compré una soda en el puesto de siempre y nadie me reconoció, había pasado de ser la morena invisible a ser la rubia traviesa y por ultimo una chica punk que vestía de negro y andaba en moto y me encantaba, andar el moto me recordaba a Sil pero nunca iba a decírselo a nadie...

Me surtí de bases para tonos oscuros, bronceados, sombras, pelucas, ropa de diferentes estilos, lentes de contactos, parpados postizos, frenos de lujo, sostenes con súper relleno e igualmente pantis con un gran trasero, no pude evitar pensar que las mujeres de esos culos tan vulgares tenían cintura de avispa y corrí por una faja,

-¿tienes planes para esta noche?-

- la verdad pensaba matarme en el gym, hasta que llegaras-

-que tierno... pero en serio quiero invitarte a salir-

-¿a dónde?-

-busca un lugar yo invito-

-que tramas pequeña-

-es una sorpresa señor López-

Colgué el teléfono sonriente, solamente quería salir a divertirme antes de amargarme mañana por preparar la boda de Erick, seguí comprando cosas y me regalé un helado, una hermosa bomba de calorías de chocolate y chispitas de colores una cherry y una hermosa galleta que no disfrutaba por estar entrenando a diario con Andy, ahora parecemos 2 modelos de victoria secret que practican culturismo, nunca me había agradado eso de tener los brazos definidos pero la verdad era que no me veía tan masculina y mi trasero y mi abdomen estaban definidos, a las 5 caminé al parqueo y mientras acomodaba mis compras en la moto una voz familiar me hiso girar la cabeza como una endemoniada, a pocos pasos de mí, molesto y con una sexy camisa estaba Silvano, no sé si mi imaginación o de verdad su perfume estaba tratando de ahorcarme, me miró y bajó la voz para seguir hablando, no podía reconocerme, mi cabello estaba ahora rizado y morado y estaba usando unas lentillas de color verde, aun así traté de escuchar su conversación, dejé caer una bolsa con zapatos, y el tacón salió de la caja y siguió rodando hasta quedar un poco lejos, maldije mi mala suerte, pero alguien fue más rápido que yo y rápidamente me alcanzó el tacón, trate rápidamente de pensar que acento fingir pero nada llegaba a mi mente,

-toma, sería una lástima que un zapato tan bello se estropeé antes de ser usado- dijo el sin mucho interés, pude ver desconfianza en sus ojos, ¿le pasaba eso con toda mujer? ¿Estaría buscándome?

-Thank's- le dije tímida y antes de dejarlo responder me subí a mi moto y aceleré dejándolo confundido. Pero la verdad es que al dar la vuelta a la esquina volví al mismo lugar con la intensión de espiarlo, el ya no estaba, el parqueo estaba limpio, justo cuando iba a marcharme lo escuché de nuevo, esta vez más claro,

-no está aquí, la confundí con una gringa- le dijo claramente a la otra persona,

-ya sé, que no es la primera vez que me equivoco joder, pero la chica se le parecía, era de su estatura y caminaba como ella, ¿crees que estoy bien? Coño me estoy volviendo loco por encontrarla- y en ese momento sentí unos pasos acercarse y me permití acelerar como alma que lleva el diablo, había visto a Sil y él estaba buscándome, me sentía bien por ese detalle, pero yo estaba huyendo de el para ayudarle, no era momento para caer en sus brazos ya no.

Cuando volví al pent house Andy se paseaba en toalla, nervioso.

-¿estás buscando tu madures?- le dije calmadamente

-no, la verdad estoy buscando tu sentido común Mia-

-que mierda...-

-te ví joder, te ví detrás de Silvano, lo tenemos rastreado lo sabes, estaba siguiendo sus pasos cuando te ví ¿Qué estabas pensando?- me gritó aunque no parecía molesto

AnyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora