El olor a palomitas y a hormonas adolescentes saturaba el lugar, la fila era enorme, todo el mundo quería ver Fast and Furious 7, a pesar de todo el ambiente de emoción yo estaba nerviosa, últimamente me había adaptado a usar jeans y usaba una camisa muy coqueta de color blanco con puntos rojos, a pesar de que al salir de casa llevaba una cola alta, me había soltado el cabello para tener en que entretenerme, ya no podía ocultarme más de Erick, él había aparecido ante mi puerta con una gran cara de preocupación y lo único que se nos ocurrió fue salir al cine, daba igual que película viéramos, tarde o temprano él iba a preguntarme donde estaba metida y porque no le contestaba el teléfono.
Al final decidimos ver Still Alice, a pesar de que a ambos nos había interesado, no pudimos concentrarnos, él debía de estar pensando en cómo decirme algo, porque estaba muy muy lejos y por ratos suspiraba, parecía molesto pero se controlaba, yo estaba temblando, no sabía cómo mentirle y decirle que ahora era novia de un sujeto que estaba investigando, me concentré en la pantalla y di un trago a mi soda, el reacciono al oír el sonido de mi garganta al no poder tragar, me tomó la mano y la acarició con sus dedos, sentí mi corazón encogerse y mi estómago cayó de golpe, aún me gusta Erick, nos dimos cuenta que la peli había terminado cuando encendieron las luces, Erick me tomo de la mano hasta que entramos a su auto, condujo en silencio mientras yo miraba por la ventana, en la radio sonaba una maldita música romántica, mi corazón dolía, estábamos en otra ciudad, el restaurante era solitario pero acogedor, Erick escogió una mesa en el segundo nivel, privada y apartada de las demás, tragué seco, mientras el mesero me acomodaba la silla.
-Mia debes decirme en que estas tan ocupada, no puedo evitar preocuparme y el hecho de que me evadas no me ayuda- dijo mirándome.
No debí evadirlo, pero desde que le mentí la primera vez no podía mirarlo a los ojos, yo no podía mentirle a Erick, Frank me había pedido guardar el secreto pero no podía ocultarle nada a Erick.
Baje la cabeza y ordené con calma, mientras él ordenaba le escribí un mensaje a Frank:
No puedo ocultarle esto a Erick, lo siento.
Mastiqué despacio y traté de entender la canción de fondo.
-Estoy esperando Mia-dijo molesto.
-¿Te dije que estoy en la universidad?- traté de sonar normal, pero sé que mi voz sonaba nerviosa.
-Shanel me ha dicho, sé que pensabas estudiar otra carrera, pero... ¿por qué ahora?-
-Ahora estoy sin hacer nada y quise aprovechar el tiempo-
-¿Por qué no puedo creerte Mia?-
-No lo sé Erick- ya no estaba tan nerviosa pero me preocupaba que él no me creyera.
-Mia por favor, dime que nadie del partido azul te ha sobornado, sabes que tú y Shanel están en casa por su seguridad y de repente tu estas en la universidad y no me contestas el teléfono, dime que todo está bien.- Estaba triste, sus ojos eran solo preocupación, por un momento me dieron ganas de abrazarlo y darle un profundo beso, y decirle que todo está bien. No te tortures Mia, eso no puede pasar.
-Abrí mi boca despacio iba a escupirlo todo, Erick yo... Estoy en la universidad porque...- el abrió los ojos como si quisiera arrancarme las palabras, en ese momento sonó su celular y respiré tranquila, dispuesta a devorar mi postre, Erick contestó su llamada delante de mí, solo escuché que decía que sí y hacia preguntas, parecía un interrogatorio, era una llamada más larga de lo normal.
-Frank me ha contado todo- dijo tranquilo, yo me atraganté y tosí pero él estaba aún pensando en todo lo que había dicho Frank.
-¿Por qué han mantenido en secreto que estas vigilando a Claudia?- me pregunto casi sonriendo.
-Claudia...- intenté decir más pero no pude.
-Claudia es hija de uno de los que defendimos en el caso del Diputado acusado...-
-Lo sé,- dije antes de que el terminara, ese caso había sido el más comentado de todos, López, un diputado del gobierno, fue acusado de corrupción y después de pasarnos más de un año investigando descubrimos que era inocente, al menos de lo que se le acusaba, pero a nadie le había gustado eso, por esa razón Ash y Pam estaba aparentemente cerrada
La verdad no tenía idea de quién era el padre de Claudia, pero esa era la mejor excusa.
Erick me acompañó a mi puerta, no insistió en pasar y me sorprendí un poco,
-De verdad no quieres pasar-le dije coquetamente, hacía más de 2 meses que él no me visitaba.
-La verdad es que tengo algo que decirte- dijo un poco melancólico, miró hacia el suelo y suspiró mientras me miraba a los ojos —estoy saliendo con alguien últimamente- dijo
-No tienes que pedirme permiso- le dije molesta
-No es pidiéndote permiso, quiero que lo sepas, a pesar de que no somos nada, siendo que tenemos algo, sabes que no estamos juntos porque dices que no puedes estar con un hombre rico, pero la verdad Mia es que yo estaba dispuesto a luchar por ti, pero no puedo obligarte, no puedo exigirte que luches por mi si no quieres, sabes que pronto heredaré la empresa y mis padres quieren que me case pronto y la verdad...
-¿Te vas a casar por negocios? Pero que tan astuto te has vuelto en este tiempo Erick! Supongo que has elegido a una chica bonita y vanidosa, ya que siempre decías que yo era demasiado sencilla. No me interesa lo que hagas con tu vida Erick! Eres como todos, como todos los idiotas que van a la firma a demandar a sus estúpidas esposas, o como los esposos de las pobres imbéciles que van disfrazadas para que no se les vea los moretones, a poner el divorcio, ¡no quiero verte más! ¡Renuncio!- dicho esto cerré la puerta antes de derrumbarme a llorar.
Él había dicho que estaba dispuesto a luchar por mí, pero mi orgullo no me dejaba entregarme a él, y tenía miedo de ser menospreciada por su familia.
Me tomé una pastilla para dormir mientras le escribía un gracias a Frank, sabía que no iba a poder dormir, me dolía mucho el corazón y en ese momento me di cuenta que es posible morir por amor, porque este dolor en el pecho me está asfixiando, deje salir todo, las lágrimas y el dolor de saber que no estábamos juntos por mi culpa, sabía que ese dolor iba acompañarme mucho tiempo pero el tiempo me sanaría, de repente escuché el celular de Anyi sonar y vi el número de Silvano no le contesté, no podía hacer mi papel ahora, solo quería cerrar los ojos y desaparecer junto a la noche.
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Anyi
Teen Fiction¿Quien soy realmente? ¿Quien es Anyi? realmente era volverse fuerte o dejarse aplastar