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Hola, he vuelto a publicar en domingo! les aviso que con este capitulo terminan de unirse los que conforman la historia, de ahora en adelante solo acción jeje, buena semana para todos y un beso al verdadero Sil :*

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León miró molesto por donde salió Silvano, me senté en el piso temblando de lo cerca que estuve de olvidar mi papel, la mirada del hombre que me había apuntado con el arma no era la del chico con la que estaba saliendo, claramente Silvano era un criminal, necesitaba hablar con Frank y abandonar esto pronto.

--Lo lamento Mia, pero no seguiré jugando a ser policía, te recomiendo que dejes esto-León estaba molesto, no era normal ver que algo lo sacaba de sus casillas.

--¿qué sabes de él?-le pregunté preparada para lo peor.

--sé que es uno grande y no te recomiendo seguir cerca-dijo lanzándome los billetes con los que Sil había pagado.

--¡Falsos!-dije mientras lo seguía al auto.

El camino a la ciudad fue más largo de lo normal sin sumarle el entaponamiento por culpa de la gran masa que se marchaba de la feria, León no había dicho nada, el silencio resultaba incomodo, solo nos habíamos detenido en un parador para que me cambiara, y volví a ser la simple Mia de pelo corto y mirada cansada. Estaba realmente exhausta y triste, sin León no podría continuar, la verdad era que quería seguir jugando a la policía buena, pero si León se iba los planes cambiaban porque Frank no me dejaría continuar sola y no quería tener a un matón por compañero. La noche se volvió fría y la lluvia no tardó en hacerse presente, miré por última vez a León quien se veía un poco más calmado y me deje dormir cómodamente en el asiento del copiloto.

Un aroma a café y un dolor de cabeza me despertaron, entré en pánico cuando no supe dónde estaba, la cama era como la mía pero la habitación era sin duda la de un hombre, había un reloj de madera frente a mí que marcaba las 6: am, traté de calmarme, me levanté sin hacer ruido viendo que aún conservaba la misma ropa, vi una puerta que parecía de un baño y entré sin pensarlo, el cabello corto era más fácil de peinar y lo humedecí un poco para arreglarlo, mi cara no estaba tan mal, hice lo que pude por higienizarme y salí de la habitación esperando una explicación de León.

Aun no amanecía del todo, la casa era fría, no se me hiso difícil encontrar la cocina, donde León leía el periódico en bóxer, sonreí para mis adentros, comprobando que era falso el mito de los hombres asiáticos, él se veía de lo más tranquilo tomando café, me quede de pie sintiendo el frio del piso ya que no había encontrado mis zapatos, me miró un momento y me sonrió, me sonrió como un chico normal, no como mi compañero de líos, mi corazón me hiso dudar un poco, pero le devolví una mueca de inconformidad, él se puso de pie y me preparó un pan con jamón y café con leche,

--¿vas a comer o prefieres seguir de pie mirándome?-- abrí los ojos de par en par y no pude evitar una carcajada avergonzada.

--lo siento-

--te entiendo-dijo guiñándome un ojo,-- no te presiono, pero quiero que salgamos de aquí antes de las 8, te he comprado ropa, y una peluca diferen...- lo interrumpí

--no debiste traerme a tu casa-

--esta no es mi casa-dijo él y me miró tratando de entenderme,--aún estamos en san Santiago, anoche sentí que nos seguían, y un amigo me prestó su casa, por eso debemos salir pronto.--

-- ¿por qué no me despertaste?-

--tienes el sueño pesado, cariño, preferí arrastrarte a la cama en vez de seguir insistiendo en que despertaras-

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