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Mia's Pov's

Un ruido, uno fuerte, se escucha lejos, ahora cerca, es un teléfono, creo que es el mío, maldita alarma, abro los ojos lentamente, la luz es horrible, trato de aclarar mi vista pero choco con algo, algo grande y tibio...

- ¿Qué haces en mi cama idiota? - pateo a Andy para que reaccione, pero se queja y se acomoda. -cerraré mi puerta con seguro, acosador-.

Me pongo de pie, y apago mi celular, observo a Andy acomodarse nuevamente, pobre, pienso y me confundo cuando me doy cuenta que estamos en su habitación, ¿soy yo la acosadora? No puede ser, suspiro entrando a mi habitación, el departamento es caos, parece como si un grupo de personas hubiesen saqueado todo y reacomodarlo a su gusto.

-Andy te mato- grito, antes de estrellar la puerta del baño y entrar, pero al ver mi rostro golpeado en el espejo un mareo me hace irme de lado e imágenes llegan a mí de un accidente... Silvano, Silvano es lo único que pienso antes de desmayarme.

- Está muerta, cuanto me dan por sus órganos, era joven y hacia ejercicio- escucho decir a Andy -claro, que se veía bien, pero no quiero que la disequen-

- ¿qué? – dijo alarmada -Idiota—

- Miaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa—grita antes de abrazarme y besarme la frente- miaaaaaaaaaaaaa- vuelve a decir y creo que una lagrima se ha escapado de sus cuencas, joder, mis recuerdos son reales. -¿ cómo te sientes?-

- Estoy bien, claro que estuviera mejor si este lugar fuera habitable- Andy me mira, y por un momento me pierdo en sus ojos le sonrió y lo abrazo -gracias --.

- ¿Si limpio te sentirás mejor? –

- Sí—

- Sus deseos son ordenes mi lady—entonces me acomodo en un sofá, para ver, a Andy con cara de felicidad limpiar.

Pero la felicidad no dura y sé que tengo un plan claro, un plan que empieza esta noche, visitando a Frank, me preparo un batido energético y sé que debo alimentarme y volver a entrenar, mientras me pongo al día con el paradero de Sil.

Silvano's Pov's

-Omayra, por qué tienes una foto de Anyi en tu billetera? —

--veo que alguien estaba curioseando—

--esa no fue la pregunta—le dije molesto, estábamos escondidos en un viejo edificio en el centro de la ciudad, abandonado por fuera y por dentro realmente cómodo, pero en realidad estar escondido es una mierda, sin poder salir a buscarla.

--en realidad no sé porque tengo una imagen de tu chica camaleón—dijo despreocupada mirándose las uñas, era pasado el mediodía, estábamos terminando de almorzar y cada día que pasaba junto a ella me hacía enloquecer más, era hermosa, pero realmente caprichosa y un poco desquiciada. —ella cambia tanto que, aunque tuviera su foto si la veo de nuevo no la reconocería—

--no creo que ella sea, la gringa de aquella vez, ni la que estaba con Andy la vez en el restaurant—

-- a veces subestimas el poder de una mujer, saldré a dar una vuelta, hoy parece un buen día--

--así es nada comparado con que viene esta noche--


AnyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora