Eren despertó gritando asustado, aquella chica que estaba abrazándolo despertó adormilada mientras veía cómo aquel chico sudaba bastante.
—Uhmmm... estás mojado— dijo la pelinegra mientras se acercaba a su mejilla para lamer el sudor de su cara. Aquel castaño apretó contra su cuerpo a la chica de cabellos negros.
—Tuve una pesadilla... Dios... te soñé en ella... joder todo es tan confuso— se tocó la frente, Mikasa abrazó al castaño para tratar de calmarlo.
—uhhh... el agua de tu mejilla es salada— susurró tímida al tocarse la lengua y soltar una risita.
—Es sudor y no creo que sea higiénico que me hayas lamido, me duele un poco la cabeza, pero al menos si pude dormir al parecer, ya amaneció, ¿Tu también dormiste bien Mikasa?— aquella chica asintió.
—Dormí contigo... Suave, Suave y calientito— la chica tomó las mejillas del castaño para besarlo en los labios, éste sin querer correspondió con mayor intensidad era como si necesitara besarla, no podía parar ni quería hacerlo, aquella pelinegra estaba poniéndose roja durante el beso, éste sin querer se acercó hasta su cuello para proporcionarle besos con pequeños y ligeros chupetes, la pelinegra comenzó a gemir extasiada, ella también quería más contacto.
—Lo siento, perdóname no quise— éste se separó ya que no sabía lo que estaba haciendo, era como si algo lo incitara a estar cerca de ella.
—Uhmmm... bien, novios hacen eso, está bien— sonrió y se sentó sobre la cama, los rayos del sol entraban por aquella choza, aquella chica pudo ver sus piernas pálidas, no era un sueño si se había hecho humana.
—Iré a hacer una fogata, ¿Que cosas puedes comer?, encontré unos platos tal vez pueda hacer algo de comer, afuera encontré una red enganchada a esta choza, puede servirnos para pescar algo y cocinarlo, ¿En tu dieta entra el pescado?— aquella Sirena asintió.
—uhm, si, como cosas verdes y cangrejos... pescado estará bien— el castaño ayudó a aquella chica a levantarse, caminó junto con ella hasta afuera, ya que apenas estaba dándole uso a sus piernas aunque le dolían cada que daba un paso.
—Creo que te refieres a algas marinas, supongo que tienes una dieta a base de plantas marinas, de hecho estás muy delgada— dijo mientras metía su mano dentro de aquella camiseta para tocar su estómago y efectivamente, estaba muy delgada, podía sentir los huesos de las costillas sobresalir.
—Haces cosquillas— aquella chica soltó una risa, éste sacó su mano y se acercó hasta unos troncos para sentarla allí.
—Espero y cuando te lleve a mi casa puedas comer más, si gustas respetaré tu dieta pero le aumentaré cosas para que subas algunos kilos, tal vez pesas 48 o 47 y está muy bajo para tu estatura, te calculo 1.67 ya que eres más baja que yo, mi estatura es de 1.83 y mi peso es de 79 kilos, supongo que si estoy más tiempo acá probablemente baje más de peso, esperemos que eso no pase— dijo mientras se agachaba para hacer la fogata con piedras en aquel círculo hecho de madera, musgo y hojas.
—¿Delgada?— preguntó mientras levantaba su camiseta para verse el abdomen demasiado plano y con algunas costillas sobresaliendo. —No quiero, quiero estar bien, voy a comer más— volvió a bajar aquella camiseta un tanto pensativa.
—Si por eso voy a ir a pescar, no voy a arriesgar a que vuelvas a tu forma no humana, sería algo complicado si hoy nos rescataran, digo, no hay mucha probabilidad de que lo hagan pero solo es una suposición, pero si quieres estar en tu forma de Sirena no me molesta realmente pero al estar en tierra firme no creo que te acostumbres a la forma humana y extrañarás tu hogar y pues tú eres un ser acuático deberías estar en tu hábitat natural— aquella chica negó.
—Quiero ir contigo, no importa si no tengo mi cola— éste se sorprendió al oír que aquella pelinegra había construido muy bien la oración y habló correctamente.
—Pero no quiero ser cruel, ah, a quien engaño, creo que sería más cruel si te abandono y te dejo vagando en el agua porque supongo que te gusto ¿Verdad?, si es así, ¿Por qué?, ¿Es posible enamorarse de un humano siendo tu una Sirena?— preguntó mientras se acercaba hasta ella tomaba su mano y la veía aquellos ojos grises oscuro.
—Uhmm... Quiero estar contigo... Si, me gustas— respondió cabizbaja mientras tenía aquellas mejillas coloradas. —Uhhhmmm Te amo, ¿uh?, ¿Amar está bien?— dijo curiosa mientras veía a aquel castaño soltar un suspiro.
—Cuéntame, Cuéntame como me conociste, es difícil creer que te hayas enamorado de mi en tan solo un día, los humanos son complicados con sus sentimientos y no es como un cuento de hadas de hecho leí un libro tipo cuento ficticio sobre una Sirena que se enamoró de un príncipe pero él no se enamoró de ella ya que no era recíproco, la Sirena si se había enamorado de él a primera vista, supongo que eso pasa contigo, es complicado si algún día yo vaya a corresponder tus sentimientos, pero tampoco quiero dejarte aquí porque estarás sola y te vas a poner mal si yo me voy, es extraño, lo que estoy sintiendo es solo atracción sexual, tal vez es porque nunca en mi vida había tenido sexo y ahora que se qué tal vez me muera aquí no sé, mi subconsciente está pidiéndome un deseo de al menos no morirme virgen, espero que no creas que lo que te digo es algo tonto— la pelinegra negó, sintió una opresión en su pecho al oír aquello del castaño, quería amor, que él la amara, eso quería ella.
—¿Me amas?— preguntó mientras tenía lágrimas en sus ojos —Tu me amabas, ¿Por qué?— siguió llorando mientras ocultaba su rostro con sus manos.
—No llores, te digo, es complicado ahora, apenas nos conocemos si al menos nos hubiésemos conocido antes tal vez si, o explícame como tú puedas hacerlo, ¿Cómo me conociste?—Aquella chica dejó de llorar un momento para colocar bien sus palabras.
—Fue hace varios años... uhhhh, me rescataste, yo solo te devolví el favor— aquel castaño puso atención mientras oía a aquella Sirena, era confuso ya que nunca en su vida había visto a una Sirena, ¿Acaso lo confundía con alguien más?, esa era la teoría más congruente.
—Pacto entre nosotros, no tenía nombre, me pusiste uno, tu también querías llevarme, me enseñaste a hablar... uhh... si, me dijiste "Te amo", yo no sabía que era eso... ahora ya sé, yo también te amo— éste frunció el ceño confuso ya que no recordaba aquello o tal vez si pasó o tenía un tipo de amnesia.
—Mikasa, creo que me confundes con alguien más, tal vez alguien que se parece a mi, esa es la única teoría que tengo, si quieres podemos ir a tierra firme a buscar a ese chico que te puso tu nombre y que te salvó la vida de ser capturada, con él estás en deuda y estoy seguro que él si te ama, yo no puedo corresponder esos sentimientos es responsabilidad para mi y menos tomar el puesto de alguien más como un impostor, por eso estoy siendo directo contigo, no quiero que me odies, mírame como un hombre patético que estuvo a punto de morir, si encontramos a ese chico y si me da permiso pueda visitarte al menos— aquella chica negó, se negaba a creer aquello, tal vez él había perdido la memoria, no quería dejarlo otra vez, la última vez que lo dejó ya no lo volvió a ver.
—No quiero ir con nadie más que no sea contigo— hizo un puchero enojada, éste se sintió frustrado, era imposible razonar con ella, era demasiado terca y seguía insistiendo que su enamorado era él. —Mi corazón no miente, eres tú— éste quedó aterrado, Mikasa era demasiado insistente, pero, ¿Y si tenía razón?, era una duda que acababa de surgir en su mente.
No se si esté haciendo bien esta historia o si se entienda hdjshdjhd encontré un dibujo realista de ambos 😈😈 espero que no me de bloqueo pok ya saben cuando m da bloqueo dejo en hiatus una historia jsjsjs
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Three feet to touch the underworld [AU EM] [CORRIGIENDO]
Fantasy"Tan lejos pero a la vez tan cerca", eso describía aquel muchacho mientras era arrastrado por las profundas aguas tras presenciar un accidente en un crucero. Seres mitológicos que creía que solo existían en los libros ficticios eran reales, no podía...