Capítulo veintiséis: "Viejos recuerdos"

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20 de septiembre del 2019, Miami Florida, EU, 10:39 am.

Aquel castaño se levantó de aquel sofá totalmente asustado con lágrimas abundantes en los ojos, soltó un suspiro y decidió salir de su casa a tomar aire fresco ya que aquellos recuerdos extraños invadían su mente, ¿Estuvo alguna vez casado?, ¿Tuvo hijos?, ¿Quién era aquella chica rubia que se le hacía familiar?, eran demasiadas preguntas que invadieron su mente que ignoró por completo que al caminar del otro lado de la calle se tropezó con una piedra y cayó encima de su vecina.

—Buenos... días Eren, así no es la forma de saludar a tu vecina— dijo aquella rubia de ojos azules mientras yacía cerca del césped húmedo.

Aquel castaño enfocó su mirada en todo lo que le había tirado a aquella pobre chica, eran posters, álbumes de colores, ¿Que hacía con tantas cosas en una caja?

—No era mi intención Annie, perdóname, no quise tirar tus cosas orientales— éste se levantó torpemente del suelo sacudiendo sus prendas, aquella rubia se levantó igualmente.

—Álbumes de kpop, merchandising, y artículos de BT21— corrigió la ojiazul.

—Bueno eso, no era mi intención, estaba distraído—

—Se nota, pero no importa, ¿Quieres ir conmigo a vender kpop merch a mi universidad?, se que no te interesa y no te ganarás nada por eso pero es para que conozcas un poco de la jungla de las kpopers—

—Emm... me encantaría pero creo que no se va a poder, tengo trabajo, iré a trabajar ya que me he ausentado meses en mi trabajo— la rubia levantó una ceja, obviamente se notaba que no quería ir pero igualmente ya sabía, solo era una tapadera para que lo rechazara y así ir a entrevistar a su novia.

—Si, que te diviertas— sonrió y levantó sus cosas para luego subirlas a su auto.

—Claro que lo haré— dijo sarcástico, está soltó una risa suave, siempre veía su vecino muy callado y reservado antes de su desaparición y luego volver con un semblante diferente, le alegraba verlo feliz y renovado. Sintió una extraña vibra a su alrededor se veía distinto, como si hubiese visto algo que no debía, siempre tenía un sexto sentido de las cosas.

——————

Mientras tanto aquella pelinegra había despertado recientemente y se dirigía a la cocina algo adormilada, Eren estaba en la cocina con un traje distinto, creo que iría al trabajo, no sabía para qué servía pero tenía que ir y no quería estar sola, tenía una extraña sensación de perderlo otra vez, tardó años en volverlo a encontrar.

—Buenos días Mikasa, veo que ya despertaste— la pelinegra se acercó a él con pasos torpes para darle un beso en la mejilla.

—Muy elegante, ¿A donde vas?— preguntó algo curiosa y nerviosa a la vez.

—Al trabajo cariño, necesito volver a ponerme al corriente con mi trabajo, le hablé a Zeke esta mañana pero dijo que no podría, era su día libre y quería jugar Mortal Kombat sin interrupciones, bueno al menos sé porqué no consigue novia, me canceló a ultimo minuto, no sé si te moleste quedarte en casa mientras no estoy, volveré lo prometo— aquella pelinegra asintió sentándose en una silla de la cocina donde yacía un plato de cereal sobre aquella mesa de mármol.

—¿Que es?— dijo aquella chica con curiosidad al ver un plato de cereal que contenía Cheerios con pedazos de plátano encima.

—No sé me da mucho la cocina pero por algo se empieza, aunque si cocino pero solo lo he hecho para mi y en la isla comíamos lo mismo, no sé si te guste esto, saliendo del trabajo te traeré algo de ropa nueva de la boutique de estilo japonés que vi hace un tiempo en el centro comercial—

Three feet to touch the underworld   [AU EM] [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora