XXVI

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VULNERABILIDAD REVELADA


Desnudarnos, como el tálamo se despoja de su disfraz marchito,

hasta que solo quede la verdad de lo que somos, sin vergüenza de nuestra fragilidad.

¿Cuántos hemos engañado, pretendiendo ser otros?

Nuestros ojos, espejos sinceros de nuestra esencia.

Tu secreto desenmascara mis engaños; tu sigilo y roce

sostienen mi vulnerabilidad.

Cuando seamos nosotros, vaivenes de pasión nos elevarán

en una danza de cuerpos que al unísono gemirán.

Vivimos en ese instante, libres porque conocemos nuestra certeza.

El término después del término,

el placer después del placer,

el cuerpo después del cuerpo,

lo que queda, lo que muestras y lo que otros ven.

Lo que dices, lo que otros oyen, lo que permites conocer.

Tu fuerza y debilidad, tu frío y calor.

Tus engaños y verdad.

Todo en su desnudez, lo de ti lo disfruto en su totalidad.

Luz de ocasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora