XXXIX

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EL DESBORDAR DE VIVIR


Vivir no es el conteo de los segundos respirados,

sino los fragmentos de eternidad que nos hacen suspirar.

No es el palpitar rutinario del corazón,

sino el latido de una pasión que trasciende toda medida.


No son los días en su quietud,

sino los momentos que nos desbordan con significado.

No es la noche que nos envuelve en su silencio,

sino los días en los que soñamos despiertos.


No es tener en demasía lo que deseamos,

sino desear con fervor lo que ya poseemos.


Es abrazar el instante presente,

junto a los amigos, a la familia amada.

Es el anhelo incesante de revivir

cada risa compartida con el mismo ímpetu.


Porque vivir no es la acumulación de lo semejante,

sino el deleite en la divergencia de lo inesperado.


Y aunque breve, es preferible el riesgo y la contingencia,

porque vivir es el caos que se despliega,

la crónica que se entrelaza en el alma,

una historia que nunca deseamos dejar de narrar.

Luz de ocasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora