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FLORECER ENTRE RUINAS

La primera vez que la vi, hace ya unos años,

era un brote tímido que surgía,

sus hojas delicadas abriéndose entre las grietas del concreto,

una promesa efímera de vida en el crepúsculo.


Hoy, sin embargo, su flor se destaca entre los escombros,

como un enigma del tiempo y la perseverancia.

¿Es acaso un signo de mi propia primavera,

un indicio de que, a pesar de la adversidad y el paso de los años,

los frutos del tiempo madurarán,

y el dulzor de lo esperado se revelará?

Luz de ocasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora