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EL ENIGMA DE TU MIRADA


Mi fuerza se disipa en la bruma, y mis horas se desvanecen en vanos denuedos,

mientras la ilusión persiste en sostener mis intentos.

Nunca será suficiente; por más que me esfuerce,

no podré convencer a quien, en su indiferencia, permanece distante.

¿Por qué?

Te has convertido en un enigma cuya resolución es mi batalla,

y mi empeño resulta inútil, pues una vez dictada tu sentencia,

jamás cambiaré el juicio de tu mirada.

Desperdicio juventud en el infructuoso anhelo de ser visto como deseo ser,

y aunque logre tal hazaña, nunca será genuino,

pues no soy el artífice de tu sentir, sino del impacto de tus pensamientos en mí.

No soy el hacedor de tu soberbia, sino el forjador de mis caminos.

Luz de ocasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora