Prefacio

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¿Qué se sentirá estar en el borde de un precipicio?

Siempre me he hecho esa pregunta, pero nunca me he acercado a uno, ni lo haré. Supongo que me quedaré con la duda para siempre.

¿Qué pasará si conozco a una persona que me lleve directo hacia uno?, ¿me alejo?, ¿corro?, ¿qué hago? 

No, demasiadas preguntas, prefiero quedarme en la comodidad de mis paredes, recostada a algo sólido y a poca altura del suelo. Es una ecuación simple, mientras más alto esté más dolerá la caída, ni siquiera tengo que sacar la calculadora. La mejor opción es no subir.

¿Cómo que no puedo? ¿Cómo que esto es una historia inventada y hay muchas probabilidades de que venga alguien a desordenarme la vida?

Bueno, puedo lidiar con eso. Tal vez pueda hasta acercarme a un precipicio, la pregunta es: ¿Voy a caer, o voy a volar?

Entre cuatro paredes. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora