𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson

N°22 | 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐚𝐥𝐜𝐚𝐧𝐳𝐨

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MANSIÓN "TIBURÓN"
Grecia, Atenas
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—Santi, ¿por qué no vas a estar en mi cuarto conmigo?— Polo le pregunta a su hermano mientras le ve desempacar sus maletas sobre su cama.

—Porque Michael dijo que cada quién debía tener su propia habitación— respondió el muchacho— Todos, mamá y él juntos, tú y yo separados y la chica esa, tu hermana, en otra habitación, cada quién en su propio espacio.

—Ella no es mi hermana— Polo se cruza de brazos sentándose en la cama— Ni siquiera me ha hablado desde que llegamos, y mis únicos hermanos siempre han sido tu y Axel— el pequeño está confundido— No se qué pasa ahora.

Santi comienza a colocar su ropa en el nuevo y gigantesco armario de su nueva habitación.

—Se que puede ser difícil de comprender este nuevo cambio, hermanito, pero con el tiempo te acostumbrarás— dice— Ahora que Michael y mamá están juntos y ahora viviremos en su mansión, bueno, podrás estar también más tiempo con tu papá.

—Eso creo— Polo suspira balanceando sus pies en el aire ya que no alcanzaba el piso— ¿Axel sabe que nos mudamos?

—Creo, mamá le llamó en la mañana, pero hoy en la noche yo le haré una videollamada, no te preocupes— Santi dice— Estaremos bien, Polo, mientras mamá sea feliz.

Ambos chicos, lo único que querían era aprender y terminar de asimilar que de hoy en adelante, vivirán en la enorme mansión privada del novio de su mamá.

Cosa que estaba repercutiendo en todos para ser francos.

(.....)

—¿Terminando de arreglar tu nueva habitación, ah?— Michael entra de sorpresa al cuarto de Santi, Polo se había ido minutos antes, el chico continuaba ordenando sus cosas.

—Algo así, es muy grande, no se en donde meter todas mis pertenencias— él responde echándole una mirada divertida al rizado, Santi colocaba unos cuadros sobre unas repisas junto a la cama.

—Tu mamá me dijo que te gusta mucho cantar, quizás podríamos hablar de eso alguna vez— Michael se adentra más, buscaba hacer una buena relación con el hijo de su novia, tal vez cuando era un niño fue fácil ganarse su confianza, pero ahora que es un adolescente no lo sabe con certeza.

Santi hace una mueca riendo— Si... no es algo sobre lo que me guste hablar mucho— alza sus hombros y sus brazos para poner un cuadro familiar sobre la última repisa, eran su madre y sus hermanos— Es un hobbie más que nada.

—Pero es un buen hobbie— Michael se sienta en la cama— Sabes, Santi, lo único que quiero es que te sientas cómodo en esta casa, que tú y yo podamos convivir de cerca.

El muchacho asiente comprendiendo el punto del que menciona el hombre a su lado.

—Me caes bien, Michael, y te admiro mucho, por eso me gusta cantar, me conociste de niño, mamá te dijo que Axel y yo éramos fans tuyos a morir— rió algo avergonzado— No creí que de verdad ella y tú fueran algo serio.

Santi deja de un lado lo que hace y se sienta en el sofá color azul junto a la ventana, para poder conversar con Michael.

El rizado suspiró mirando sus manos algo nervioso, no quería arruinar este primer acercamiento de primera fila con Santi.