𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson

N°8| 𝐂𝐫𝐚𝐳𝐲 𝐚𝐧𝐞𝐬𝐭𝐞𝐬𝐢𝐚

—¿Mami estará bien, Michael?— Santi jala de la camisa al rizado mientras ellos, Axel y los guardaespaldas de él esperan resultados o noticias de Chicago quien hace más de una hora entró al consultorio del dentista.

La rubia se había roto dos dientes, los de enfrente para ser exactos.

—Claro que si, chicos, mami es fuerte, es valiente— Michael responde.

¿Qué tanto daño pudo haberse hecho por caerse de esa forma?, ninguno lo sabía, pero la sangre que salía de su boca realmente era abrumadora.

—¿Familiares de la Señora Chicago Taylor Dream West?

El odontologo salió de su consultorio, automáticamente Michael se paró de la silla donde reposaba y se acercó.

—Yo soy su...— calló unos segundos— ¿Le ocurrió algo malo?— prefirió no completar su oración, pues en realidad no tenía algo concreto que decir.

El doctor negó con la cabeza quitándose la mascarilla que cubría su boca y nariz, miró al rizado con detenimiento.

Habían venido claramente con un especialista odontologo que aceptara no hacer escándalo porque Michael Jackson estaba ahí, él llamó a sus guardaespaldas y corrieron ahí en cuanto Chicago se cayó.

—Verá Señor Jackson, ella no sufrió algo de mucha gravedad, pero se tiró dos dientes de la parte de enfrente en la dentadura al momento de la caída contra el piso, sin embargo, el impacto hizo que esos mismos dientes rotos lastimaran la encía en el instante, esta quedó algo afectada, le repito que no fue nada grave pero le hicimos a la Señora West una cirugía bucal de emergencia para reparar esos dos dientes y la encía herida que afortunadamente dejó de sangrar.

Michael asintió más aliviado.

—¿Se recuperará pronto?

—Por supuesto, ella ahora está bien, su dentadura está completa otra vez y más blanca que nunca, la encía está algo irritada después de que la curamos, pero nada que no se solucione con reposo. Aún así, debo advertirle que la Señora Chicago llegó muy asustada e inquieta, se quejaba mucho del dolor, además de que su nariz se encontraba algo inflamada, así que para poder reparar sus dientes con tranquilidad en la cirugía tuvimos que aplicarle anestesia general, solo así ella se quedó completamente dormida.

Realmente pasó, Chicago y todos se habían asustado al verla sangrar por la boca y sin dos dientes, era claro que llegó a la clínica del dentista con el alma en hilo.

—¿Cuánto tardará la anestesia en salir de su cuerpo?— Michael preguntó, Santi y Axel se acercaron a él para abrazarlo en señal de apoyo y preocupación por su mamá.

—Le seré sincero, fue una anestesia algo fuerte en cuestión de dosis, tuvimos que calmarla completamente para poder hacer la cirugía bucal, así que la anestesia tardará tal vez unas 8 horas más en salir de su cuerpo al cien por ciento— el doctor dijo.

Todos, incluyendo los guardaespaldas alzaron sus cejas.

—¿Pero estará dormida todo ese tiempo?— el rizado siguió cuestionando sus intrigas, ya quería verla, honestamente.

—No, ella despertará en un momento, pero hasta que pasen las 8 horas ella puede reírse mucho y muy bajo, estar más feliz de lo usual, arrastrar las palabras al hablar y no tendrá la facilidad de moverse tanto, luego que la anestesia salga de su cuerpo regresará a la normalidad.

—¿Hay más recomendaciones especiales?— Michael relamió sus labios para recordar y tratar de grabar todo en su mente.