FINAL | 𝐒𝐢 𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧

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2 AÑOS DESPUÉS

Al ingresar al enorme patio abundantemente iluminado por los suaves y energéticos rayos de sol, Sophie nos recibió con una gran sonrisa, un poco cansada pero con la misma grata intención de parecer amable, después de todo la entendía, estaba embarazada y cargar esa enorme panza es terrible.

—Que bueno que han llegado, Michael y yo les estábamos esperando con ansias— ella nos da un amigable abrazo, mi acompañante y yo le sonreímos de vuelta.

—Gracias por recibirnos, Sophie— le digo al sentarnos en las sillas del lindo comedor junto a la piscina, los árboles nos rodeaban— Todo se ve delicioso, de seguro te luciste— mis orbes se concentraron en la cantidad de comida sobre la mesa, todo bien acomodando y listo.

—Hey, no todo lo hizo ella, yo le ayudé— inmediatamente una voz a nuestras espaldas nos interrumpe, no hubo necesidad de voltear, pues Michael apareció con todo su esplendor posándose junto a su novia, besando su mejilla lentamente.

—No creo que seas tan buen cocinero como Sophie, eh— Chris suelta una broma— De seguro todo se te ha de quemar.

—Eso me parece lógico— concordé volteando hacia el rizado, las comisuras de sus labios se elevaron un poco, nos observó unos segundos para después sentarse con Sophie, ayudándola por su gran panza.

—Claro, no todos tenemos el don de saber cocinar tan delicioso como Sophie— Michael enarca sus cejas, hasta aquí noté su mandíbula endurecerse.

—Chicago también cocina increíble, ¿no es así?— la chica interviene tranquilamente— Ella es literalmente una chef profesional, yo solo se cosas básicas— sonrió con las mejillas ruborizadas.

—Te lo agradezco, Sophie— con amabilidad le sonreí de vuelta una vez más, y aunque el ambiente se sentía denso, espero que el resto del almuerzo sea más agradable.

Christopher a mi lado rodeó mis hombros con su brazo acercándome a él, y besó mi cabeza unos segundos.

—Por supuesto que mi chica cocina increíble, he probado millones de sus recetas y son en verdad fascinates— mi novio comentó con amenidad, giré a verle con un gesto de agradecimiento también, dejé un beso en su nariz.

—¿Has probado su tarta de frambuesas?— Michael interrumpe al instante, regresamos a verle, mi novio negó— Oh, pues deberías, esa receta le queda todavía más fascinante.

La manera en la que aquello salió de la garganta del rizado no pareció ser tan amigable como se supone tuvo que haber sido, le miré directamente preguntándole sin decir ni una palabra que le sucedía, últimamente se porta muy a la defensiva con Chris.

—¿Qué tal si comemos?— Sophie notó el aura extraña entre Michael y Chris, así que él le apoyó en su idea.

—Será mejor, estas papas huelen deliciosas— Christopher ayudó a Sophie a servir la comida, mientras sin pensarlo mucho Michael y yo nos dedicábamos miradas algo molestas, nada seguras y cargadas de incertidumbre, cosa que rompí cuando ayudé a mi novio y a su novia a servir la refrescante agua de frutas en los vasos de vidrio.

Vivir un divorcio mediático lleno de las críticas del mundo entero en internet, programas de chismes y demás no había sido nada fácil de digerir, sobre todo para mi, ya que no tuve tiempo de acostumbrarme a ser una figura pública, en cambio mi ex esposo sabía mejor que nadie a lo que se enfrentaba.

Han sido dos años en donde adaptarme a una nueva vida sin él, y lejos de todo me costó lágrimas y esfuerzo psicológico. Tanto mis hijos como yo hemos crecido en un ambiente más sano del que habíamos tenido, mi madre era una experta en consolar nuestros dilemas personales y dar consejos útiles, a ella la cárcel le sirvió para volverse casi una consejera, y a mi el divorcio me ayudó a volverme más fuerte.

𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora