𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson

N°19 | 𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐯𝐚𝐲𝐚𝐬 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐯í𝐚

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HOSPITAL "RIVER HIDE"
Bélgica, Bruselas
6:39 pm
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—Chicago, por Dios, sube al auto ahora mismo y vámonos a casa, no tienes nada que hacer aquí— Ander insiste por cuarta vez y ya lucía un poco enojado.

Le ignoré— Polo, por favor quédate aquí con papá ¿si?, vuelvo en un momento, Santi me acompañará.

—No tardes, mami— mi niño asintió desde los asientos traseros.

—Chicago...— Ander volvió a llamarme— Si vas a ese hospital te juro que...

Cerré la puerta dejándolo con la palabra en la boca. Ya después me arreglaría con él.

Decidí venir al hospital donde han traído a Michael, aún sigo en shook por haberle visto luego de 10 años, pero le he disparado, y si me voy ahora a mi casa la conciencia no me dejara tranquila, fue en el hombro, pero sigue siendo un disparo.

¿Cómo fue que se atravesó?, ¿En qué momento?, ¿Él tenía que ver con el robo o solo quería hacerse el superhéroe?

No lo sé, pero verlo me dejó un escalofrío en la espalda. Santi me acompaña para ir a verle en donde sea que le están atendiendo, sus guardaespaldas lo ingresaron por un lugar secreto. Tengo miedo.

—Mamá, no creo que sea buena idea esto— Santi me habla mientras subimos el elevador al piso de urgencias— Hace años no ves a Michael Jackson y ahora de pronto te preocupas por él.

—Vengo a ver qué no se haya muerto por mi culpa, lo que le pasé después me da exactamente igual, hijo— respondí tomándome un respiro fuerte.

—Menos mal.

Cuando llegamos a urgencias me detuve a pensar en donde podría estar ese tipo rizado escondido, supongo que en un lugar exclusivo del hospital. Así que caminamos hasta el final del pasillo, pues había una cortina color negra en comparación a las demás de los otros cubículos de emergencias, las cuales eran negras.

—¿Si?— una enfermera me abrió la cortina para asomar su cabeza. Tragué saliva.

—Uhm.. me preguntaba si aquí está... está un hombre que ingresaron hace media hora con herida de bala— dije inmediatamente, Santi cruzó sus brazos, ella tapaba el resto del cubículo como si escondiera algo.

—Lo siento, esa información no puedo dársela y tampoco es suficiente para decirle...

—Déjala pasar, Nazli.

Una voz desde adentro interrumpió a la enfermera, sentí mi pecho acelerarse, ya quiero irme. Ella me abrió la cortina rápidamente y entré con mi hijo. Solo habían dos guardaespaldas, y una chica rara con cabello de dos colores, perforaciones, tatuajes y vestido rosado, quién estaba junto a Michael en la camilla abrazándolo.

¿Quién es ella?

Todos nos miraron, tragué saliva automáticamente. Debí de quedarme en el auto.

—Pero si es la mujer de la foto en tu oficina, papá— aquella chica le habla al rizado y de inmediato mis cejas se alzan.

¿Papá?

—Silencio, Scarlett.

—De acuerdo, el Señor Jackson sufrió un disparo en el hombro, afortunadamente la bala tuvo orificio de salida por lo que solo tuvimos que desinfectar el área y suturar con un par de puntos la herida— la enfermera indica— Quién sea que le haya disparado tuvo suerte porque no fue nada grave, ya puede irse señor. Fue un placer conocerlo.