17• 𝐍𝐢 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐧𝐢 𝐩𝐨𝐫 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞

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Jueves
2:35 pm


Desde que era pequeña, hacer actividades muy insignificantes me causaban no pensar en cosas que me preocupaban. Desde que me casé y tuve que empezar a ser ama de casa, ir al supermercado es una de esas actividades.

Me gustaba ir por los pasillos observando lo que estaba en los estantes, elegir lo que me gustaba y lo que mi casa necesitaba, también me causaba tranquilidad ir sola sin tener presiones. Hoy, definitivamente venir a hacer las compras me relajaba, pues así me olvidaba de pensar un rato sobre mis problemas con mi esposo.

—¡Pero que sorpresa encontrarte aquí, hija!

Bueno, bien dicen que la tranquilidad a veces solo dura un momento.

—¿Mamá?— alcé la mirada viéndola parada frente a mi carrito del súper— ¿Qué haces en el supermercado?, tu no vienes a esta clase de lugares, pensé que mandabas a tus sirvientes.

Ella rió acomodando su bolsa bajo su hombro, en este día se veía muy normal, no usaba joyas ni ropa muy ostentosa, incluso traía el cabello suelto.

—Hoy amanecí con esas ganas de venir a comprar fruta fresca y un par de botellas de vino— sonríe y mira mi carrito lleno de cosas— Wow, eres toda una ama de casa, Tristan debe estar lleno de alegría.

Esa me pareció una idea demasiado machista viniendo de una mujer.

—Debo irme— traté de no mostrarme muy disgustada por la presencia de mi madre, quise esquivarla con el carrito para seguir por el pasillo pero ella al instante volvió a interponerse en mi camino.

—Aprovechando que te he encontrado aquí, querida...— Allison enarca una ceja— Quería avisarte que mañana por la noche iré a cenar a tu casa.

—¿Acaso te invité?— pregunté sarcástica.

El rostro de mi mamá cambió de pronto.

—¿Esas son formas de tratar a tu madre, Chicago?— con sorpresa exclamó.

—Desde la muerte de mi papá no eres la mejor persona que digamos— sonreí de lado— ¿Por qué cenarás en mi casa?— fruncí mi ceño.

—Oh, quería visitar a Santi y a Axel, saludar a Tristan y pasarla bien contigo, ¿eso es malo?— ella hace expresiones de ironía y coloca una mano sobre su pecho.

—Pues, no es que sea malo, pero la última vez que hablé contigo me pediste una estupidez— le recordé intentando no perder la poca paciencia que aún se almacenaba en mi.

—Ahora que tocas el punto...— mamá inquiere — Supongo que ya has trabajado en eso, precisamente iré a cenar a tu casa para felicitarte a ti y a Tristan por el nuevo bebé que van a tener— una sonrisa gigante se forma en los labios de Allison.

Reí con sarcasmo.

—Ya te dije que no tendré más hijos— inhalé— Con nadie.

Inmediatamente mi madre se termina de acercar a mi y me toma del brazo con fuerza, sus uñas se encarnan en mi piel y la miro asustada. El pasillo estaba vacío.

—Escúchame bien, Chicago— gruñe en mi cara— Por ningún motivo dejaré que Tristan se divorcie de ti y ambas perdamos todo el dinero que él nos da, debes mantener feliz a tu esposo— recalca la última oración apretando sus dientes.

𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora