𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson

N°24 | 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐢𝐬 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧𝐢𝐧𝐠?

—¿Por qué a mi nunca me has tocado así?— Chicago señalaba la enorme televisión de su habitación matrimonial, mientras estaba viendo una presentación de Michael hace un par de años cantando "The way you make me feel", pero en el show, él tenía que tocar a una de las bailarinas de vestido negro para después perseguirla por el escenario.

—¿De qué hablas?, si apenas la toqué— Michael ríe por las ocurrencias de su esposa mirando una presentación suya, en lo que él se terminaba de vestir para irse al estudio de grabación de su disco.

—Pero la tocaste, y yo quiero que lo hagas conmigo— la rubia le lanzó unos ojos entrecerrados.

—¿En serio?, ¿quieres que te toque como a ella?, ¿frío y sin sentimientos?, porque solo estábamos actuando para el público— él alza sus cejas.

—¿Se te ocurren mejores ideas para tocarme, ah?— ella se para de la cama, va y abraza al rizado besando su mejilla— Dímelas.

Michael se estaba divirtiendo mientras se le hacía tarde para irse, pero decidió seguirle el juego.

—Amor, se me ocurren mil y un formas de cómo empezar a tocar tu bello y maravilloso cuerpo— le sonrió— Quizás podría a empezar aquí— colocó su mano en la espalda de Chicago— Luego ir aquí— bajó su mano por su espalda media hasta tocar su trasero y apretarlo, ella se sobresaltó— Después podría regresar por acá— rodeó su cadera hasta poner su mano en su cintura— Podría meter mis manos por aquí también— hundió sus dedos en el pantalón de su esposa— Y deshacerme de esto— sintió el elástico de sus bragas, tiró de ellas— Lo demás imagínatelo.

Sus palabras la hicieron estremecer, y riendo se alejo de él. Porque era una gran tentación.

—Bueno ya, he logrado imaginarlo— mordió su labio inferior— Y me encanta— besó sus labios— Después hablamos.

—Como quieras, preciosa— Michael volvió a sonreírle.

—Por cierto, Ander vendrá hoy de visita, quiere ver a Polo— Chicago se sienta en la cama y apaga el televisor— Espero no te moleste.

Él hizo una mueca, pero no podía quejarse o tendría problemas con su esposa, quizás debía aceptar que su hijo también le llama "papá" a otro hombre.

—Si replico vas golpearme— rendido alzó sus hombros— Mejor me quedo callado.

—Michael, entiéndelo, Polo te adora, poco a poco estás logrando que te quiera después de todos estos años, pero Ander igual es especial en su vida, y no vas a poder cambiarlo— Chio intenta explicarle detenidamente, cruza sus piernas con elegancia observando a su esposo parado frente a ella.

—Lo sé, lo sé, será mejor que me vaya, es tarde— él busca su celular dispuesto a irse— No quiero seguir hablando de este tema.

—Como gustes, cariño— la rubia suspiró— Ten un buen día, piensa en mi, eso podría hacer que no te molestes tanto— rió.

Michael la miró por ultima vez, se veía tan bonita e inocente, y era tan suya en todas las formas posibles. Regresó y la besó como es debido, acarició su cabello y sus mejillas.

—No estoy molesto, amor, no me hagas caso— rió también— Nos vemos.

Por fin se fue, y ahora ella debía esperar a Ander, que de seguro iba a explotar en sorpresa cuando le diga que se ha casado con Michael de la nada.

(.....)