𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 | Michael Jackson

5• 𝐔𝐧𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐯𝐢𝐝𝐚

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fantasma !!!

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"Ella me dijo que solo le diera una página, pasar la noche era el objetivo que buscaba, ella te mintió a ti, me mintió a mi, porque ella estaba amándome"

UN MES DESPUÉS

—¿Qué tal si le cambias la última parte al baile?, quedaría bien, supongo— Chicago sugirió dando su opinión al equipo de Michael.

El HIStory Tour iniciaría en dos meses y el rizado estaba ensayando cada día más sus bailes y canciones, hoy, Michael la presentó como su "amiga" a todo su equipo con quiénes trabajaba para las giras, y por supuesto que le enseñó el avance de los ensayos y le pidió su opinión sobre cómo lo estaba haciendo.

Chicago se sentía especial porque Michael la tomara en cuenta, sabía que le importaba lo que pensara.

Ante la sugerencia de ella, el coreógrafo del rizado lo consideró unos segundos y le siguió mostrando más pasos a Michael, él ya estaba cansado, llevaban todo el día practicando y el hombre solo quería dormir o al menos darse una ducha, pero seguía trabajando porque necesita que el primer show de la gira sea un éxito, al igual que todos los que seguían.

Así que siguió ensayando, Chicago decidió ir a comprarle algo de comer a Michael, lo necesitaba para tener energía pues hace 4 horas no probaba bocado, así que salió del set de ensayos y buscó algún lugar de comida cerca donde pudiera comprar algo.

Su teléfono empezó a sonar.

—¿Ashley?

—¡Mi mamá me dejó ir al concierto de Michael Jackson!— un gritó de su prima azotó sus oídos en la línea y Chicago tuvo que despegarse un poco.

—¿De verdad?— rió— Eso ya lo presentía— si su prima supiera que ahora mismo está con el hombre que tanto admira.

—¡Si!, ¡Será estupendo!, ¡Ya compré los boletos!— Ashley seguía gritando eufórica en el celular— Pero me pidió que fuera con alguien responsable— dijo de pronto— ¿Quieres acompañarme?

Chio sonrió medio segundo y entró a una tienda de comida vegana.

—Claro, iré contigo— ella afirmó.

—¡Te amo!— su prima exclamó por última vez y colgó la llamada.

Era extraño todo eso, pero a Chicago le encantaría ver a Michael en vivo, pues verle ensayando tanto le emocionaba. Ese hombre bailaba como nadie.

Media hora después la rubia regresó con un contenedor de comida fresca en sus manos, el set estaba en descanso, muchos del equipo de bailarines y coristas hablaban entre ellos o también almorzaban, pero Chicago buscó con la mirada al rizado que después observó en una esquina tomando agua de una botella, su cabello estaba amarrado en un desordenado moño y usaba una camisa naranja suelta.

—Hey, te traje comida— ella se acercó dándole el contenedor de comida, Michael sintió alivio y agradecimiento pues si tenía bastante hambre.

—Me leíste la mente— rió, estaba algo sudado y su respiración acelerada— Gracias.

Se sentó a su lado, Chicago alzó sus hombros y le miró mientras él comía con gusto.

—¿Ya casi terminas?— ella preguntó.