Diecisiete

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Golpeo las barandas de mi camilla con las manos intentando llamar la atención de alguien por mi hijo.

Pero nadie viene.

Me altero mas de lo que estaba y mi abdomen arde como el infierno, proporcionándome más inseguridad y amenaza para mí. Una gota de sudor cae lentamente por mi frente congelándome su tacto, estoy sensible y asustadiza. Miro a mi alrededor y confirmo la neutralidad de todo incluyendo los pocos objetos que me proporciona tanto para defenderme como para ayuda.

La soledad me atormenta, quiero gritar, quiero que alguien venga por mi, que me entreguen mi hijo, quiero a Bardock, a Gasai...

¡Estoy desesperada!

Mi respiración pesa mas de lo normal y coloco una mano en mi cuello tratando de calmarme.

Todos están bien.

Trago saliva fuertemente, aguardo aire preparándome para gritar. Pero mi plan se ve interrumpido por un sonido de la puerta.

La luz entra como si de llamas fuese, me cega al instante. Adapto mis ojos y observo una silueta familiar.

-¿Gasai?- pregunto inquieta calmandome poco a poco.

-¡Deus Gine!, tienes pinta de muerta, mira estas pálida y...sin panza- se sienta en un borde detallandome totalmente.

-Si...quiero saber donde está mi hijo, ¿Tu lo sabes?- pregunto esperanzada con mis nervios de punta.

-No- me mira a los ojos - Pero Bardock se ha encargado de ello, si no estoy mal, en este momento están con la identidad de tu hijo, ya le han sacado su poder y...- sus ojos se desvían a otro lugar dándome curiosidad sobre el dato.

-Y...- ladeó mi cara incitándola a hablar -Dime cual fue su poder, Gasai-

Una sonrisa ladeada aparece en su rostro iluminando sus facciones: -Tuvo un buen puntaje, para serte sincera, fue de 120 unidades, aunque el máximo fue de 230-

Me asombro ante lo que me dice: -Jamás pensé en que tuviera un puntaje alto. Ha superado mis expectativas-

-Tu esposo en este momento lo esta registrando. Hubieras visto su cara, creo que esta a la expectativa con tu hijo- coloca una mano en mi abdomen -Esta mas feliz que nunca. Más que cuando ustedes llegaron a la plaza galáctica la primera vez-

Una sonrisa efusiva aparece en mi, obligándome a aguantar el dolor: -Un hijo es un orgullo- la miro a sus ojos azules -Jamás me había sentido tan compartida. Estaba a punto de gritar y patalear Gasai. Me sentí desesperada sin mi hijo-

-Menos mal llegué a tiempo- suelta una risilla nerviosa -Me alegra que hayas dejado ese temperamento tan molesto....Deus, Gine ¿sabes lo que tuve que oír?-

Oculto mis ojos tras las palmas de mis manos. ¡Claro que lo recuerdo!, son momentos épicos para mí, jamás me había comportado de esa manera. Quizás hasta Bardock piense que siga igual.

-Lo sé...- murmuro con la voz carrasposa debido a mi necesidad de líquido.

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La luz se topa con mis ojos cegándole parcialmente, después de tanto tiempo encerrada y charlando con Gasai, al fin me dejan salir para ver a mi hijo.

Mis pasos son cuidadosos ya que mi abdomen arde demasiado, sostengo mi cuerpo de la barandas de metal que se hallan a los costados de cada pared, a veces pienso que lo han hecho a propósito.

Mis ojos se abren a mas no poder y mi manos tocan ligeramente el vidrio que me separa de mi hijo. Es pequeño, y esta ergido con su pequeña colita flotando en el agua, su cabellito es un poco mas largo que el de Bardock, similar al mio, pero sus facciones guardan las de su padre.

Gine  ''Una Historia que contar''  (DBZ)™ «Editando»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora